¿Y la identidad?

Los dirigentes de la Franja quieren volver a la idea, propuesta hace unos años, de canjearle al club un estadio para 20 mil personas y una Villa Olímpica por el actual terreno del Clemente Argentino Fernández, uno de los más valiosos de Posadas.

Por Armando Recio (Desde Misiones para Interior Futbolero)

A fines del 2007, el Club Guaraní Antonio Franco decidió delegar la administración del fútbol al empresario Roberto Enríquez por el periodo de 10 años. Durante la presidencia de César Decamilli se empezó a desarrollar el nuevo proyecto que abarcaba tanto a las inferiores como al plantel profesional, y este tuvo de mucho cuestionamiento. Las dudas se generaban sobre un supuesto abandono al club y la deuda que podrían dejar, como también la forma desprolija en la que asumieron. Sin embargo, lo que más preocupaba al Barrio Villa Sarita era un pequeño rumor sobre el posible traslado del Estadio Clemente Argentino Fernández de Oliveira hacia otra parte de la capital, aunque este, en ese momento, perdió fuerza con el correr del tiempo.

Pero con el equipo en la B Nacional reflotó la propuesta. Es que al gerenciador, que también conduce la empresa constructora Carlos Enriquez S.A., se lo menciona como el principal interesado en retornar a aquella idea, aunque no sería el único. Durante la semana pasada, en un programa de radio local, se refirió de forma incógnita sobre un estadio a futuro. En la actualidad, el club sólo posee la cancha y una sede social, situada detrás de una de las tribunas. La última mencionada sería lo único que quedaría de la institución en esa ubicación.

Después de siete años, dos ascensos y la institución renacida tras de casi dos décadas, parece que llegó la hora de cobrarse el favor. Por eso, volvieron a la carga con el tan deseado terreno ubicado en el corazón del barrio residencial, uno de los lugares más valiosos de Posadas.

El gobierno provincial había idealizado la construcción de un estadio único y a mediados de junio la Legislatura aprobó una ley que establece de utilidad pública varios inmuebles en la zona oeste de la ciudad, donde a futuro sería realizada la Villa Olímpica. Pero de ese modo se estarían olvidando de un detalle, el terreno. Entonces sin comenzar las obras, el cambio de planes fue evidente.

Volvió Guaraní, la gente acompaña y la nueva idea es canjearle un moderno estadio para 20.000 personas a cambio de su propiedad histórica, como lo hizo Morón en el Gran Buenos Aires. Pero sacarle al Barrio Villa Sarita el estadio sería perderlo todo, ya que histórica y culturalmente es el más futbolero de la provincia. Nadie imagina un domingo sin ir a ver a su querido Guaraní.

Los hinchas, durante el partido contra Ferro, cantaron contra la dirigencia en contra del proyecto para cambiar el lugar del estadio.

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