Central Norte le ganó a Brown de Lules y definirá el ascenso ante Huracán de Las Heras

El cuervo rompió el maleficio de tres semifinales seguidas perdidas, venció al marino con corazón y garra y se metió a la final por el ascenso al Federal A, con goles del Willy y Krupoviesa. Huracán Las Heras será su último escollo.

El cuervo rompió el maleficio de tres semifinales seguidas perdidas, venció al marino con corazón y garra y se metió a la final por el ascenso al Federal A, con goles del Willy y Krupoviesa. Huracán Las Heras será su último escollo.

Aguanten corazones azabaches. Aguanten ahora más que nunca que el maleficio quedó roto, quebrado, pisoteado y solo resta un peldaño para abrazarse a aquel objetivo supremo de ascenso. Ustedes saben más que nadie que en el universo cuervo si no se sufre, no cuenta, no vale y ese es el estigma eterno de Central que lleva como una marca ineludible, en el que la eterna bohemia de la zona ferroviaria se traduce en la letra de un tango: “Primero hay que saber sufrir, después llorar y después gozar”. Y vaya si Central Norte sufrió y gozó en similar medida en la angustiante revancha de la semifinal ante Brown de Lules, en la que se impuso por 2 a 0 (cayó 2-1 en la ida) consiguiendo con lo justo el ansiado pasaje a la final por el ascenso al Federal A.

La estatura de un rival que le hizo la serie “de cuadritos” en Tucumán y en el Martearena ensalza aún más el mérito de la clasificación del cuervo, que superó por fin la cuarta semifinal que jugaba en forma consecutiva. Lo que le faltó en fútbol y en propuestas ofensivas profundas le sobró en garra y en empuje. Arrancó como una tromba el equipo de Rioja en el primer tiempo, rodeándole la manzana a un Brown que supo cómo defenderse y enmarañarlo en su área. Es que la ansiedad y aceleración del local chocaban contra cualquier planificación. Abundaban las ganas y carecían las ideas y el peso ofensivo ante un contrincante que planteaba un partido tácticamente perfecto, poblando el medio de volantes y capitalizando el nerviosismo salteño. Los intentos de Central se basaban en remates a distancia y juego largo, y su fijación con el arco provocaba que más de una vez quede mal parado atrás, como en la última acción del primer tiempo dilapidada por el marino.

En el complemento llegaron los cambios y Central, con Reyes estático y con escasa participación, tuvo la claridad que le faltó antes con un Puntano que entró encendido. Así llegó el primer grito de desahogo, a los 6′, con una acción encabezada de Ceballos, un remate rasante de Reyes, rebote del arquero y definición del ingresado en una gestación “made in Tabacal”. El 1-0 enchufó aún más a Central que se serenó y comenzó a utilizar mejores argumentos para lograr el tanto del pasaporte, que llegó recién a los 38′ cuando tras un balón detenido Krupoviesa aprovechó un error garrafal de Silva, el diminuto arquero que relevó al “uno” titular, y la empujó en la línea para darle el pasaje que tanta angustia le costó. Pero hasta hubo tiempo para que el cuervo se salve dos veces antes del eterno descuento del juez Rivero. Claro, para gozar, primero hay que saber sufrir…

Fuente: Alentandooo

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