Gabriel Gómez: “Yo no quiero jugar lindo, sino jugar bien”

Gabriel Gómez, nuevo entrenador de Mitre de Santiago del Estero tras su alejamiento de Independiente Rivadavia de Mendoza, conversó con IF Radio y explicó los objetivos del Aurinegro para esta temporada. “Yo no quiero jugar lindo, sino jugar bien. Hay una diferencia importante”, dijo.

Mitre de Santiago del Estero apostó por un viejo conocido para iniciar este nuevo camino en la segunda categoría del fútbol argentino. Y en torno a esta nueva etapa, Gabriel Gómez, quien decidió marcharse de Mendoza para tomar las riendas del club santiagueño, expresó: “Estamos trabajando en el armado de un equipo prácticamente nuevo. Y la verdad es que, junto con el presidente, estamos tratando de conformar un equipo muy competitivo. Estamos haciendo un mix de jugadores de la categoría y con experiencia, con jugadores jóvenes del Federal A. Y sobre todas las cosas estamos buscando buenos perfiles en lo humano y la personalidad”. Y agregó: “Esperemos poder dar con el equipo y que estos jugadores puedan rendir en un torneo que será tan duro como el de la B Nacional”.

En cuanto a los motivos que propiciaron su regreso a Mitre, el exentrenador de Defensores de Belgrano de Villa Ramallo manifestó: “Lo que me lleva a venir a Mitre es la relación que tengo con el presidente, Guillermo Raed. Una relación de amistad y respeto, que me ha ayudado mucho en el hombre del fútbol. Las palabras de él fueron claves para mi regreso a Mitre. El fútbol santiagueño ha crecido muchísimo con los ascensos de Central Córdoba, Guemes y la construcción del nuevo estadio”. Y añadió: “La gente de Mitre se encontrará con un Gabriel Gómez con más experiencia, más torneos y más partidos encima en la dirección técnica. Espero poder usarlo para ser mejor entrenador”.

Acerca de su crecimiento en la dirección técnica y sus pretensiones para este Mitre en preparación, afirmó: “Seguramente he crecido como entrenador. Pero de lo que me di cuenta es que en el fútbol no hay tiempos y, por eso, desarrollar una idea como la que uno pretende es muy difícil en el fútbol argentino. En Defensores de Ramallo hay tiempo y por eso podía. Pero cuando salí, me di cuenta de que los tiempos son otros y de que hay que ser práctico para obtener la confianza que permita jugar bien”. Y concluyó: “Yo no quiero jugar lindo, sino jugar bien. Hay una diferencia importante“.

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