Rodrigo Tula: “Si asciendo, me radico acá”

El mendocino, exarquero de Unión, llegó a Puyuta con el objetivo personal de ascender con Sportivo. De conseguirlo, prometió radicarse en San Juan. Sus inicios, su personalidad y su familia entraron en el análisis de Tula, un personaje del fútbol que ya se siente un sanjuanino más.

Por Vanessa Chaparro – Interior Futbolero- Diario de Cuyo

-¿Cómo te recibió Desamparados?

-De la mejor manera. Llegué a un club muy organizado que trabajan mucho para llevar a Sportivo a donde tiene que estar. Yo sabía que venía a una institución muy grande, lo enfrenté en distintas categorías y siempre Desamparados demostró ser así. Desde la mañana que yo llego y desayuno con los utileros y hasta el último minuto del entrenamiento siempre hay gente moviéndose, haciendo algo por el bien del club. Creo que todos estamos muy ilusionados y a la vez muy ansiosos.

-Fuiste figura en Unión, ¿por qué pensás que no se te dio continuidad?

-Yo estaba bien en Unión, pero creo que mi salida se dio porque el técnico no me iba a tener en cuenta. Pero hay un dicho que dice “Dios sabe por qué hace las cosas\’, y me puso en el camino a Desamparados y la verdad que no me arrepiento.

-¿Pensás que el hecho de estar en Sportivo le puede molestar al hincha de Unión?

-Ellos saben que tanto a Unión como a todos los clubes en donde jugué, les tengo un gran respeto y defendí la camiseta con alma y vida. La gente debe entender que esto es un trabajo. Desamparados me abrió las puertas y ahora sólo pienso en esta camiseta, en mi presente.

-Pero fuiste muy querido en Unión, ¿te imaginas lo mismo con el hincha de Sportivo?

-Yo sé el esfuerzo que hacen los hinchas para ver al club de sus amores, y creo que nosotros como actores principales tenemos que demostrar adentro de la cancha que sentimos a este club como ellos y para eso hay que dejar todo. Yo acá no vengo para ser ídolo, pero si el hincha de Sportivo se identifica conmigo, bienvenido sea.

-Tu personalidad y ser tan espontáneo, ¿te trajo problemas alguna vez?

-Y por ahí sí. Soy frontal. No me gusta andar hablando de alguien por detrás, eso suele incomodar un poco a los demás. Y en lo deportivo, soy una persona que no me gusta perder ni a las balitas. Me gusta ganar hasta los entrenamientos.

-¿En tu vida cotidiana también sos así?

-Sí, por ahí mi señora (Nadia) es la que me calma, pone paños fríos a la situación, me hace bajar un cambio. Tengo un temperamento que por ahí es bueno, pero por ahí es malo.

-¿Hace mucho que estás con Nadia?

-Hace 15 años. La conocí cuando tenía 19, había tenido otras noviecitas antes, pero nunca de forma seria, lo hacía como típico adolescente, no de picaflor (risas). Pero desde que la conocí a ella, cambié. Y después me dio dos hijas hermosas: Agostina y Kiara. Ellas son el motorcito por el que me levanto día a día.

-¿Cómo te iniciaste en el fútbol?

-Hice todas las inferiores en Argentino de Mendoza, tuve pasé por Maipú, salí campeón y ascendí. Jugué en Gimnasia, San Martín de Mendoza en la B Nacional, Juventud Unida de San Luis, Comunicaciones y después en Unión.

-¿Siempre al arco?

-No. Arranqué jugando como una especie de “cinco”. Mi papá era arquero entonces siempre lo iba a ver, siempre quise ponerme los guantes. Y un día en un entrenamiento faltaron los dos arqueritos y dijeron “¿Quién se anima a atajar?”, y me animé y cuando me vio el técnico me dijo “Negro, dedicate a atajar”. Se ve que no era muy bueno como cinco (risas).

-En Unión conseguiste cosas importantes. ¿Con Sportivo qué te imaginas?

-Lo que más ansío en Sportivo es ascender. Sé que acá el hincha es difícil porque le gusta el buen juego, nosotros con los muchachos la meta que tenemos es ascender y entrar en la historia del club.

-¿Prometés algo si eso pasa?

-No tenía nada pensado, pero creo que si asciendo con Sportivo me radicó acá. San Juan es una provincia que cada día me gusta más, esa promesa la firmo ya. Ojalá se dé.

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