Tiempo al tiempo

 El Cele mejoró muchísimo en el juego colectivo y encontró pilares para gestar su primera victoria en este Federal B. Un análisis línea por línea de lo que fue el renacer futbolístico del elenco de Scivoletto.

Es difícil analizar la totalidad de los componentes que hacen a un equipo jugar bien o jugar mal. Muchas veces, y de eso también trata el juego, quedan algunos pormenores afuera del análisis. Para encontrar el equilibrio en el juego, Gutiérrez tuvo que mejorar muchísimo su versión defensiva y ofensiva; y lo logró. Venció a Guaymallén y consiguió su primera victoria en el torneo.

Luego de la espantosa derrota sufrida en la segunda fecha, de local, ante el Club Empleados de Comercio por cuatro a cero, nada podía ser peor que lo hecho. Nada. Y así fue trabajando Gutiérrez, que venía de empatar sin goles ante Argentino, para mejorar sus líneas y tener una actuación como la del pasado domingo. En defensa se fue consolidando, en ataque generó muchas situaciones de gol y por arriba mandó en el juego aéreo.

Si bien en el fondo sus laterales (Elio Díaz y Facundo Perrone) no pasaron demasiado al ataque, el bloque defensivo, formado por los hermanos Alejandro y Fernando Abba, se fue afianzando y no quiso nunca complicarse. Y sumado a la ayuda de los volantes Ramiro Vélez y Gabriel Andrada, el Perro se resguardó bien salvo la jugada del gol de Guaymallén, marcado por Daniel Gómez. Cuesta, pero se van acoplando.

En ataque la cosa gustó más, pero sigue fallando en el momento justo: mano a mano con el arco. Los delanteros Cristian Lucero y David Pizarro desperdiciaron jugadas increíbles en soledad contra el arquero, y volvieron a carecer de peso ofensivo. Por su parte, José Ortíz y Nicolás Arce manejaron bien la pelota parada (hubo dos goles por esa vía y Ortíz hizo un gol) pero tendrían que haber aplicado más pausas y tranquilidad cuando el rival se desesperó por empatar.

Aunque sin dudas la revelación fue la de Cristian Yúdica (atacante categoría 96′) que debutó como titular y jugó un partidazo por el carril derecho. Atrevido y picante, el Turquito fue el gran acierto de Sergio Scivoletto, quien encontró paz por la actuación del equipo y tiene un arduo camino por seguir mejorando. Así, todo se puede.

Fuente: Juan Ignacio Villarroel/Crack Mendoza

Foto: Archivo

P