De hecho, luego de ese 1-0 sobre Gimnasia en Cuyo, Atlético se transformó en un equipo peligroso, pero para sí mismo, como visitante. No sólo no pudo volver a ganar afuera sino que sus versiones más opacas se vieron allí: Santamarina, Ferro y Atlético Paraná.
“Ganar como visitante es una cuenta pendiente que tenemos. Además nos serviría para estirar la ventaja”, explica Leandro González, casi olvidándose del primer éxito del equipo en el torneo.
Es que allí también sufrió en cantidad y calidad las opciones de gol de los mendocinos que estrellaron dos tiros en los palos y que convirtieron a Cristian Lucchetti en la figura del partido.
“Con la gente de su lado, el rival juega sabiendo en la presión que puede ejercer sobre nosotros”, se justifica González. Así lo hizo Santamarina, autor de la primera y única derrota que le propinaron a Atlético en la temporada.
Y así como ese triunfo en Mendoza no volvió a repetirse hasta ahora, el pobre empate ante Central Córdoba (el peor equipo del campeonato), tampoco reapareció en los siguientes partidos en 25 de mayo y Chile.
“Esa regularidad que tenemos de local hay que conseguirla de visitante. Hay que romper la racha”, agregó el volante ofensivo. Es que después de ese 1-1 enfiló cuatro victorias seguidas en casa.
Y pese a que la media inglesa le funciona, (después de cada empate conseguido afuera ganó de local), volver a triunfar fuera de casa repercutiría en la tabla y le permitiría pegar el estirón. “No hay ningún equipo que se haya destacado del resto pero podemos hacerlo si volvemos a ganar como en Mendoza y conseguimos tres o cuatro victorias al hilo”, concluyó.



