Las acciones del Torito siguen subiendo con Montenegro: buen empate ante San Martín, invicto y en Reducido.
Es el hombre que le cambió la cara a Nueva Chicago. Con apenas un puñado de partidos, le alcanzó para transformarlo en un equipo sólido, aguerrido, con el cuchillo entre los dientes y potente en ofensiva. Pasó de ser un rival deseado a uno complicado. Andrés Montenegro sigue haciendo de las suyas desde su arribo al club. Porque logró un puntazo que cotiza en bolsa en Tucumán y volvió a meterse en puestos de Reducido.
Es cierto que no pudo sostener la ventaja que había conseguido en el marcador. Es cierto que con el partido 1-1 no consiguió sacarle provecho a la expulsión de Franco Meritello a los 36’ del segundo tiempo. Pero la igualdad es un premio a la entrega, a no bajar los brazos, a jugarle de igual a igual a un San Martín que contó con el apoyo de más de 20 mil almas en La Ciudadela y que venía de una buena levantada desde el inicio del ciclo de Pablo Frontini.
El Toro batalló, apostó a salir rápido de contra para agarrar mal parado a su rival, vía por la que llegó la apertura del marcador. Porque Juan Orellana bajó a Agustín Curruhinca soñaba con el gol y Ezequiel Naya cambió la falta por gol. ¿El Ciruja? Respondió a través de la pelota parada para que Brian Andrada pusiera el empate y le sacara la valla invicta con el Lobo como técnico (llegó a 507’ sin recibir tantos).
Y el punto cotizó mucho más cuando Daniel Monllor le ahogóe el grito de victoria a Iván Molinas con un tapadón. Sí, este es el equipo del Lobo del Wall Street.
(Fuente: Diario Olé)
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