Debe vencer su propia sombra

El rival más difícil que debe derrotar el Santo es al propio Patronato. El Negro ha demostrado que puede ser superior a cualquier rival cuando se lo propone. Los ataca y los lastima, se siente cómodo en la cancha. Pero el fantasma de la falta de efectividad lo acecha y el temor a perder puntos le juega en contra.

Los tres puntos de diferencia que separan a Patronato de Atlético Tucumán no son muchos, si se tiene en cuenta la cantidad de partidos que restan. Son siete encuentros y 21 unidades para disputar antes de saber quien será el campeón de la máxima categoría de ascenso en el fútbol argentino. Un traspié del Decano y una victoria del Santo los colocaría a la misma altura, por eso el elenco entrerriano no tiene que aflojar.
El empate en Puerto Madryn fue negativo, desde donde se lo mire. Porque todo indica que Patrón fue muy superior. Que tuvo las chances más claras y que la falta de precisión en los últimos metros lo privó de una goleada a favor y de una victoria merecida. Pero ya se ha escrito muchas veces, que este deporte a veces está acompañado de cosas ilógicas y que el que se detiene a llorar pierde.
Sin dudas que los máximos responsables de este resultado son los propios protagonistas. Porque no pudieron terminar todo el buen trabajo que realizaron. Patrón se sentía cómodo siempre en el partido y lastimaba. Pero por el arquero Javier Burrai o la mala puntería, se vieron privados del triunfo.
También hay que detenerse en algo que se hizo bien a la hora de planear el juego, pero que durante el transcurso de este se cambió. El mensaje. Por la disposición táctica y por la capacidad futbolística de los jugadores que mandó a la cancha Iván Delfino para el arranque del juego, se entendía que se quería ir al frente, a lastimar al elenco de Marcelo Fuentes. Esto mismo había pasado contra Atlético Tucumán, donde se asumieron riesgos y se jugó 90 minutos con la misma idea. Pero en Madryn esto no duró todo el partido. El DT observó que al equipo lo agarraban mal parado y optó por cerrar las vías de ingreso de su rival, le faltó atreverse a ir a liquidar el partido y se lo empataron de manera insólita, en una pelota parada a escasos segundos para que finalice el juego.
Pero dejando de lado el análisis del juego en el sur del país y buscando respuestas de cara al futuro, está claro que no hay margen de error. Patronato debe vencer primero a Patronato y ahí las cosas irán mejorando.
La mala racha de partidos sin triunfos llega a cinco y la capacidad goleadora es muy pobre. Pero esto es eso, solo una mala racha. El Negro cuando sale a proponer, cuando no especula, cuando corre y es solidario, siempre es superior a los rivales. Lo demostró en partidos importantes. En aquel 2 a 0 sobre Santamarina de Tandil en el Grella. Ante Atlético Tucumán, en el estadio Monumental y el pasado lunes en el Grella (más allá del resultado).
El Santo tiene que entender eso. Que más allá de no tener un plantel lleno de figuras y el presupuesto de otros elencos que son protagonistas, tiene hambre de gloría, gente que busca cumplir su sueño. Hay hombres de bien, que tienen metas y objetivos por alcanzar, que van más allá de lo económico.
Tener bien en claro esa postura de que puede hacer bien su tarea. Que puede cumplir con sumar la mayor cantidad de puntos en estas siete fechas. Después el destino hablará del desenlace y de lo que pueda hacer o deje de hacer el rival directo que tiene por el ascenso. El campeonato lo tiene en el lugar donde quería estar al arranque de la competencia, peleando arriba. Ahora llegó la hora de la verdad.

Fuente: El Diario de Paraná.
P