Muchas veces las personas nos preguntan que le encontramos de lindo correr detrás de una pelota, pero solo muy pocas saben el amor o la conexión que se siente.
Por Alfredo Burgos (Interior Futbolero)
Desde que nacemos, empezamos a hablar o caminar, la cultura futbolística está instituida en nuestras venas. Tal vez; no de la misma manera en todos los seres humanos, pero al final siempre está presente.
Con su figura perfecta, con su cuerva deseable, su textura única. Ella es la principal causante de nuestra locura, podemos pasar horas a su lado, sin embargo cansarse de ella es imposible. Pasan los años, ella cambia junto con nosotros, la fiel compañera, nuestra mejor amiga, la que siempre está para escucharte, la que nunca te va abandonar.
El sueño de llegar a ser un jugador profesional y vivir de lo que te gusta, siempre está presente. Sin embargo son muy pocos los alumbrados por la barita mágica que logran alcanzar su meta. Para un chico o joven del interior es muy diferente, muchas veces; ese sueño solo es una fantasía, no solo por lo económico sino por la diferencia de alimentación y otros factores que influyen demasiado.
Nadie puede quitarte la ilusión de llegar a convertirte en un gran jugador o vivir de esta linda profesión. Todo depende de uno, de las ganas, el sacrificio, los días bajo el sol entrenando en plena pretemporada, el estar lejos de tu familia, el no poder abrazar a tu vieja y sentir su cariño, el tener que dejar todo para tratar de llegar.
Emanuel Ortega es un joven Periqueño que desde chico abandono su ciudad en busca de conseguir su sueño, el llegar a ser un jugador profesional. El destino lo desembocaría en Banfield donde realizaría su formación, pero por cosa que tiene la vida, el futbolista jujeño jugaría con sus 21 años en el club San Martin de Burzaco.
El 3 de mayo, Ortega disputaba un encuentro frente a Juventud Unida por el torneo de Primera C, cuando peleó un balón con un rival y se golpeó contra la base de cemento que sostiene el alambrado de la cancha de su club, por lo que fue internado en grave estado. Finalmente después de 11 días en coma, falleció alrededor de las 2.30 en el Sanatorio de la Trinidad Mitre.
Quien pudo pensar que la vida de Ortega, se quedaría en esa jugada, en ese golpe. Lo que es la vida, un 3 de julio del 2012; Emanuel escribiría en su Facebook personal, unas lindas palabras que describen mejor de nadie, lo que el joven jujeño vivió. “Capaz no llegue a jugar profesionalmente al FÙTBOL, o capaz sí, pero amateurmente, cuando voy a cada pelota voy a morir, cuando mis piernas dicen- BASTA- ; mi corazón dice- SEGUI-. A diferencia de los profesionales cuando se me rompen los botines; no los cambio, paso noches arreglándolo, pegándolo, para poder seguir jugando, porque; es lo que amo. El fútbol es mi VIDA, no solo un pasatiempo, es el que me hace olvidar de todo, y por el daría la vida. El día que no pueda jugar más, ahí termina mi vida”
Hoy el Fútbol Argentino está de luto, hoy el Fútbol Argentino te llora, porque personas como vos que viven de esa manera el fútbol hay pocos. Nos volveremos a encontrar cuando el fútbol nos llame…


