Empate sin goles en el Minella

ALVARADO 0-0 SAN MARTÍN (San Juan)

El sabor es amargo. Porque Alvarado tuvo una cara positiva en el primer tiempo, once contra once, con cosas para corregir, pero con buenas sensaciones. Pero en el complemento, se apagó, fue inofensivo, jugó más de 40′ con un hombre más y no lastimó nunca, no pateó al arco, terminó con el arquero Lungarzo como figura y una pobre imagen en el debut de la Primera Nacional en el “José María Minella”, con un 0 a 0 frente a San Martín de San Juan que se llevó lo que vino a buscar. 

Mostró cosas interesantes Alvarado en el arranque de la Primera Nacional. Un equipo con mejor manejo de pelota que la temporada pasada y mayor agresividad a la hora de atacar. Como contrapartida, dejó algunos espacios en el fondo que fueron un llamado de atención y no se transformaron en jugadas rivales por falta de precisión de la visita. Con Vitale y Fernández dando el primer pase y desequilibrio por las bandas, sobre todo con Vadalá, el equipo de Vigevani hizo méritos para abrir la cuenta en el primer tiempo. Aunque también pudo recibir algún tanto, en situaciones que fueron desactivadas con lo justo por los centrales, algunas buenas intervenciones de Lungarzo y malas ejecuciones del rival.

Vadalá lastimó primero por derecha y después por izquierda, metiéndose al centro, donde encontró a Bolaños (buenos movimientos) apenas adelantado. Antes, el exBoca había tenido una clara mano a mano que chocó con las manos de Monllor. El conjunto local fue agresivo, atacó con mucha gente, pero por momentos estuvo partido, con muchos jugadores por delante de la línea de la pelota que permitieron contras sanjuaninas con superioridad numérica. Con cinco defensores, los de Yllana estuvieron preocupados por no dejar espacios, pero después salieron rápido. La más clara en los 45′ iniciales llegó en el final, con una buena acción individual de Borasi que terminó rematando desviado sobre el primer palo. Esa primera etapa tuvo buen ritmo, ida y vuelta, pero sin emociones.

El segundo arrancó con todo, pero la expulsión de Jonatan Blanco a los 7′, lo desvirtuó. Antes de eso, tuvo dos ocasiones clarísimas San Martín, primero con un cabezazo de Franco, en inmejorable posición, que fue al cuerpo de Lungarzo que resolvió con reflejos, y enseguida con un gran pase para Borasi que tardó en definir, se la puntearon, pero improvisó para servirle el gol a Llano que encontró otra buena respuesta del arquero local. Después llegó la roja al capitán visitante (dos amarillas en 3′) y, con la obligación, el “torito” no tuvo ideas. 

San Martín se rearmó y Vigevani sacó a Bolaños para poner a Rodríguez, lo que le dio más movilidad pero le sacó peso en el área. Entonces, la pelota la movía bien, se jugaba en campo rival, pero terminaban en las bandas sin receptores dentro del área. Lo mejor se dio cada vez que se juntaron por adentro Barbieri-Fernández con Vadalá, movedizo, que nunca le quedó para definir. Encima, a 6′ del final, en la única que pudo intentar el colombiano, probó desde afuera y se desgarró, para retirarse con lágrimas en los ojos. El cierre fue con intentos más desesperados que claros, en los que Vadalá era el más lúcido. Los 10′ que adicionó Martínez fueron más de lo mismo, pero al menos, alimentaron la ilusión. Pero el que casi lo gana es San Martín, porque Irazoque tiró mal un centro y en la contra, Matías Donato terminó chocando con Lungarzo que, increíblemente, fue la figura del partido. 

Fuente: 0223

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