Garnier, una fiera de toda la cancha

El volante es pieza clave en Atlético, que marcha como líder.

Que del medio hacia adelante en Atlético sobra buen pie, no hay dudas. Y que dentro de ese lote de virtuosos hay un distinto, tampoco. Ese es Pablo Garnier, el único con carnet certificado de sabueso y perro de presa en la aduana “decana”. Es sinónimo de marca el jujeño, es quien decide, generalmente, que no pasa nadie por su zona. Es más, hasta los rivales intentan evitar encarar por su sector. Contra Unión fue evidente.

Garnier es un correcaminos. No es veloz pero siempre está donde debe. Su lectura de la estrategia le hace ganar un segundo respecto del oponente. Aparte, Garnier es un tipo de tres pulmones. ¿O no? “Tengo dos pulmones nomás, ja. Lo que pasa es que corro tanto porque me favorece la altura, ja, ja, ja”, ríe quien hoy disfruta de ser líder de la zona B de la B Nacional.

“Es lindo estar ahí arriba, ganamos dos partidos muy importantes pero esto recién comienza. Tenemos para largo rato aún y ahora tenemos un partido muy difícil el domingo contra All Boys”. Mirar desde el cielo al resto es un plus por el momento, nada más. Confiarse o agrandarse sería un error y en el plantel todos lo saben.

“A esta altura del torneo, sí, sería una tontera. Es positivo ser primeros porque estás bien de la cabeza. Igual tenemos mucho por corregir”, admite el volante central, que asegura no sentirse solo cuidando la zona de intercambio. “Es como decís, soy el único futbolista de marca de los cuatro que estamos en el mediocampo, pero no me siento aislado ni en soledad. Francisco (Grahl) me cubre y me cuida la espalda. Además, estamos bien en conjunto, bien parados en la cancha. No se nota quién es de marca y quién no”.

All Boys, el tercer obstáculo de la temporada, es un arma de doble filo. Pisará el domingo el Monumental no habiendo ganado. Lleva apenas dos puntos de seis. “Va a venir a cuidarse, pero a la vez está obligado a ganar porque se puede quedar muy atrás en la tabla”, opina Garnier sin restarle el respeto que se merece el “albo”. Eso sí, aclara: “nosotros tenemos que hacer lo que hicimos contra Crucero del Norte (de local). Jugar al fútbol, que nos sale bien; y no tirar muchos pelotazos porque no es nuestro juego. Tenemos jugadores en el medio que te obligan a jugar por abajo. Entonces, hay que hacer la nuestra y ver qué plantean ellos. Si nos esperan, mejor para nosotros, porque podremos manejar mejor la pelota”, dice este fondista.

“Debo perder quizás dos litros de agua por partido”, revela el rubio y entra en detalles de cómo son los momentos después de la batalla. “Tiene que pasar un tiempito para que sienta el cansancio. Eso sí, al otro día no me puedo levantar”. Es ahí donde surge la imagen de Montserrat, su esposa, su salvadora. Hasta después del mediodía, ella se encargará de DelfinaCatalina yGuadalupe, sus hijas de ocho, cuatro y tres años. “Me banca muchísimo, me cuida bastante, sabe que ese descanso es sagrado, ja”.

Fuente: La Gaceta.

P