Guaraní cortó la racha ante Mandiyú que sigue sin ganar

DEPORTIVO MANDIYÚ 0-1 GUARANÍ

Mandiyú no levanta cabeza. Ayer perdió 1 a 0 frente a Guaraní Antonio Franco, que venía de perder en sus cinco presentaciones anteriores. El equipo de Suárez jugó mal y volvió a pagar caro su falta de definición. Ahora lo espera Gimnasia y Tiro el jueves en Salta.

 

“No podemos salir de esta mala racha”. Esa fue una de las frases que tiró el técnico Pablo Suárez entre tantas, cuando habló sobre esta derrota de Mandiyú frente a Guaraní Antonio Franco por 1 a 0, en el encuentro que se jugó ayer en el estadio de Huracán Corrientes por la sexta fecha de la zona 4 del torneo Federal A de fútbol.

Hablar de mala racha en el fútbol es muy relativo, porque en él no todo pasa por la rueda de la fortuna, aquí hay que ponerle su dosis de juego para salir de ella. Y como se vienen dando las cosas en Mandiyú todo se hace más difícil, porque cuando parece encontrar el camino hacia lo que podría significar el despegue, a la fecha siguiente todo se vuelve a desmoronar.

El de ayer lejos estuvo de aquel equipo que se vio unos días atrás cuando jugó el clásico ante For Ever en Resistencia, donde sí se puede decir que la rueda de la fortuna no le jugó a su favor. Este Mandiyú que se vio ante Guaraní Antonio Franco se asemejó más aquel que jugó frente a Sportivo Patria, y que terminó también en derrota.

Como excusa está de que ayer Pablo Suárez no pudo contar con su as de espada, “el petiso travieso” Germán Mayenfisch que por una contractura en el isquiotibial tuvo que resignarse a seguir las alternativas del juego desde la tribuna. El técnico en lugar de Mayenfisch puso en cancha a Diego Benítez, pero este joven valor tiene otras características futbolísticas, no le dio al equipo el juego que éste necesita. No fue el eje conductor, el que maneja los hilos. Y así Mandiyú volvió a ser aquel equipo sin un orden, porque todos lo primero que hacían era tirar la pelota para delante y que los de arriba se debatan como puedan ante un rival que vino con sola intención de no perder en Corrientes.

Pablo no termina de encontrarle el equilibrio al equipo, porque sin términos medios pasa de jugar de una manera un partido a jugar totalmente de otra en el siguiente. Quizás no sea Pablo el responsable total de esas contradicciones, sino los mismos jugadores que en un afán desesperado por revertir una situación, o bien por querer ganar ante su gente, terminan llevando a que cada uno haga su juego.

Ayer sólo unos pocos jugadores, Nicolás Monje, Emanuel Tarabini y Gonzalo Ramírez, se puede decir que mantuvieron el nivel, el resto estuvo muy por debajo de lo que venían mostrando. Muy poco, tres de once.

Monje fue una y otra vez al ataque por su carril derecho, en algunas ocasiones sus desbordes tuvieron buen destino y en otros terminaron en centros que fácilmente eran despejado por los lungos centrales que tiene el equipo misionero.
Ramírez buscó llevar peligro al arco del “Monito” Fernando Navarro Montoya, pero esta vez no tuvo socios como venía sucediendo en partidos anteriores, porque Raúl Acosta no estuvo en una de sus mejores tardes, como también sucedió con Matías Feisztein, quien a los pocos minutos de iniciado el partido malogró una situación clarísima para convertir pero allí terminó todo.

Tarabini fue el hombre encargado de tapar todos los problemas que tiene la defensa de Mandiyú, por pasajes se lo vio como un líbero jugando a las espaldas de Juan Pablo Rodríguez y Rafael Blasco. A este último se lo vio mejor en sus incursiones ofensivas que en lo que sería su puesto de defensor.

Con tres de once es muy difícil y eso es lo que le sucedió ayer a Mandiyú, que no generó situaciones de gol en la misma proporción que lo hizo unos días atrás cuando el clásico con los chaqueños. Ayer del primer tiempo sólo se pueden contabilizar como situaciones claras, esa de Feisztein que definió desviado cuando estaba solo frente al arco y otro cabezazo del mismo delantero que se fue muy cerca del palo del arco defendido por Navarro Montoya.

Guaraní tampoco hizo mucho más por el espectáculo, tuvo algunos remates que terminaron en las manos de Cristian Mazzón y la más clara fue un centro al área chica que Leandro Cañete casi llevándose la pelota por delante se la terminó entregando a Mazzón.

El cero a cero con que se fueron al descanso era un claro reflejo de lo que se había visto en 45 minutos.
Para la segunda parte, Pablo busca con un par de modificaciones darle otra cara al equipo. Salió Bogliotti y en su lugar entró Alvaro Pavón, y Héctor Morales ocupó el lugar de Feisztein, al final se puede decir que las modificaciones no terminaron cambiando la historia porque Mandiyú siguió mostrando más de lo mismo: atacar sin ideas, muy pocas veces buscó abrir la cancha, se repitió intentando llegar por el medio y en muy pocas ocasiones buscó sorprender con un remate de media distancia ante la imposibilidad de romper el cerrojo defensivo que le planteaba su rival.

Y ante este panorama fue Guaraní el que comenzó a animarse a ir más seguido hacia el arco de Mazzón. Primero fue un remate de Elian Koop que pegó en el travesaño y salió; luego Pablo Ostrowski remató casi desde el borde del área grande y Mazzón terminó quedándose con el balón.

Recién promediando los 20 minutos de la segunda etapa Mandiyú volvió a llevarle peligro al arco de Navarro Montoya, cuando Ramírez se animó a sacar un disparo desde fuera del área el uno del conjunto misionero en muy buena reacción y con la complicidad del travesaño terminó controlando la situación.
Pero tuvieron que pasar 16 minutos para volver a ver otra clara oportunidad de gol para el elenco correntino. Un remate de Monje que es tapado por Navarro Montoya, el rebote le quedó a Acosta y nuevamente el “Monito” se lució para dejar las cosas en cero. Dos situaciones para convertir, pero que tampoco tuvieron la dosis de calidad, porque ambas fueron pateadas, como se dice en la jerga futbolera, al “bulto”.

Y lo que no pudo Mandiyú lo consiguió Guaraní unos minutos más tarde, un centro al área, Mazzón que da rebote el balón pegó en Reinero y le terminó quedando a Otrowski para que defina.

Era justo, no. Porque los misioneros no hicieron mucho como para semejante premio. Pero la diferencia está en que ellos supieron aprovechar bien una de las pocas situaciones que tuvieron. Cuando Mandiyú volvió a dilapidar, en este caso, las pocas que generó.

El festejo misionero al final terminó dejando una vez más un sabor amargo, no sólo por la derrota sino porque el equipo mostró ayer un retroceso comparativamente con lo que se vio de él en la fecha pasada. Se puede atribuir a la falta de un jugador como Mayenfisch, pero no tendría que ser así, pero parece ser que es así.

Otra vez a barajar y dar de nuevo. Pablo no tiene mucho tiempo para trabajar esta semana, dado que el jueves estará presentándose en Salta donde lo esperará Gimnasia y Tiro.

Fuente: Luis Reinaldo Gómez / Diario Época (Corrientes)
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