DOUGLAS HAIG (Pergamino) 1-1 INSTITUTO (Córdoba)
Ni la virgencita lo ayuda. Instituto ganaba y lograba un triunfo clave en Pergamino. Pero se lo empataron en la última jugada. La eterna historia de un club “condenado” a sufrir siempre…
Parece que se va a morir Héctor Rivoira. Tiene una virgencita en la mano y se agacha en el banco de suplentes de la cancha de Douglas Haig de Pergamino. No quiere ni mirar.
El Chulo sigue cada acción con el corazón en la boca, con un dolor en el pecho, y apretando cada vez más fuerte esa virgencita.
Instituto es creer o reventar. Así es la Gloria. Los que lo conocen (y lo viven) saben que no quedará otra. Se sufrirá hasta el segundo final o no será Instituto. En esta B Nacional 2015 y siempre.
“Estoy caliente, muy caliente. Creo que hicimos un partidazo, estoy orgulloso de estos chicos. Si terminaba 2-0 era lógico”.
Este domingo, en Pergamino, al equipo de Rivoira le empataron un partido insólito (1-1 por la fecha 38), de esos que solo le empatan a la Gloria, en la temporada que sea.
Le dio de vivir a un rival “muerto” y había olor a que el juez Ariel Penel iba a darle un penal al local, después de darle dos a Instituto.
Y así fue. Por eso sufrió de esa manera Rivoira y todo Instituto. Ni la virgencita parece ayudar a un equipo que sigue luchando en su sueño de meterse en el Reducido que dará la chance de jugar por el segundo ascenso a Primera. Peleando contra todo.
“Fue mala suerte y punto. los chicos Jugaron como se debe jugar, jugaron una verdadera final. No lo ganamos por una desgracia”.
“Estoy caliente, muy caliente. Creo que hicimos un partidazo, estoy orgulloso de estos chicos. Ustedes vieron lo que pasó. Si terminaba 2-0 era lógico. Son cosas del fútbol que pasan. Fue una desgracia. Un partido que lo teníamos muy controlado, ganándolo muy bien, con muchas llegadas. Tengo la tranquilidad que me sacó el sombrero por estos chicos. Los felicito a mis jugadores. Fue mala suerte y punto. Jugaron como se debe jugar, jugaron una verdadera final. No lo ganamos por una desgracia. Hicimos todo bien”, dijo el Chulo, aún dolido y molesto, como todos en Alta Córdoba.
“Estos chicos siguen respondiéndome partido a partido. Nos vamos con la bronca sabiendo que merecíamos mucho más. Hicimos todo para ganar. Jugamos una final, jugamos por abajo, intentamos jugar. Tuvimos cuatro o cinco y no la pudimos embocar. Otro día entrarán”, agregó el DT, intentando ser optimista.
“Nosotros tenemos toda la ilusión de estar entre los cinco primero. Instituto es uno más que está ahí peleando y está firme”.
“Douglas no nos lastimó nunca y nosotros hicimos todo bien, desde todo punto de vista. En el fútbol es así. Esto fue una desgracia, nada más que eso. El otro día ante All Boys hicimos otro muy buen primer tiempo. Estamos jugando finales, y a pesar de todos los problemas que tenemos, me siento orgulloso de estos chicos”, dijo Rivoira, molesto y caliente con el empate, y agregó:“Soy el primero en hacer autocrítica y ustedes lo saben. Qué les puedo decir hoy a estos jugadores. Que fallaron en la puntada final. El arquero Perafán tuvo mucho que ver… Sacó pelotas muy difíciles. Estamos jugando con los dientes apretados, como debe ser, y fuimos ampliamente superiores”.
“Nosotros tenemos toda la ilusión de estar entre los cinco primero. Instituto es uno más que está ahí peleando y está firme. Nosotros perdimos dos puntos ante Douglas. La semana no es fácil, no pueden estar los chicos sin cobrar. No cobran los utileros, no cobra el cuerpo médico, ni los jugadores. Tratamos de darle para adelante y vamos a hacer el esfuerzo”, cerró el DT. Así será para Instituto. A seguir rezando…