Juventud jugó un gran partido frente a Talleres, pero con un jugador más y ganando 1-0, se lo empataron en el último minuto. El próximo domingo, visitará al Deportivo Maipú.
Por Andrés Acosta (Corresponsal de Juventud)
El de ayer, nada más y nada menos que frente a Talleres de Córdoba, líder absoluto de la Zona 2 y principal candidato al ascenso, fue uno de los mejores partidos de Juventud en lo que va de la temporada. Por la garra, por la presión, por la tenencia de pelota, por el buen juego y por todo lo bueno que generó en los primeros 60 minutos del encuentro.
Pero claro, sólo quedará en el recuerdo de las casi 8000 personas que se dieron cita en el Bajo, porque el Juve no pasó del empate.
La primera mitad fue un monólogo de Juventud. Fernández estaba en una de sus mejores tardes y ya había condicionado a los dos volantes centrales de la T con tarjetas amarillas y era previsible que Benitez o Beraldi no iban a terminar el partido sin ver la roja. Passaglia se acoplaba muy bien por izquierda, generaba juego en su sector y hasta tuvo dos chances para marcar, pero Ischuk le dijo que no. Argüello, por su parte, era una de las figuras de la cancha por su entrega, despliegue y juego.
Cuando se moría el primer tiempo y todos hablaban de la injusticia que significaba que Juventud se fuera al descanso sin estar en ventaja, Fernández puso una pelota en profundidad para Sepúlveda, que cuando quiso girar para rematar fue derribado por López dentro del área. Bocca no dudo y marcó el punto de penal. Fernández se hizo cargo de la ejecución, pero su remate se fue afuera.
En el complemento, las cosas siguieron igual. La diferencia estuvo en que a los cinco minutos, el Juve pudo plasmar en la red lo bueno que había generado: Argüello recibió afuera del área y sacó un remate preciso que dejó sin chances a Ischuk. Juventud ganaba 1-0 y todo era optimismo, más aún cuando dos minutos después, Benitez bajó a Fernández y vio la roja. Panorama más que alentador para el “Auriazul” que ganaba y jugaba con uno más.
Quizás por el miedo a perder la ventaja o por querer cerrar el partido rápidamente, Juventud se replegó en el fondo, ante un Talleres que sólo intentaba acercarse con pelotazos. Goicochea se lesionó y en su lugar ingresó Mauro Aguirre, y así, la defensa perdió en altura, por eso, Dechat sacó a Sepúlveda, el 9, por Cabrera, un central. Poco después, Mazzía le dejó su lugar a Reinoso, quedando Landa Garza, el único de los relevos que podía aportarle juego e inteligencia al equipo, afuera del partido.
Kudelka, por su parte, probó con el ingreso de Godoy y Ramis, para ganar en potencia y altura en el área rival y a poco del final, mandó a Ereros en lugar de Goiri. Talleres iba por puro orgullo, con uno menos y aprovechando que Juventud le daba espacios, llegaba con cierto peligro.
Cuando moría el partido, Fernández despejó tras un tiro de esquina de la visita, Beraldi tomó el rebote y sacó un zurdazo letal para Salgueiro y para que todo San Luis se agarre la cabeza, sin poder creer cómo los tres puntos se le escapaban como agua entre las manos.
No hubo tiempo para más, Juventud perdió dos puntos jugando con uno más y arriba en el marcador. Seguirá en zona de clasificación al menos una semana más por el empate del Deportivo Maipú, a quien visitará el próximo domingo, pero se lamenta por no haber podido afianzarse como único escolta, mientras espera que esta tarde, Defensores de Villa Ramallo no gane en su visita a Sportivo Las Parejas para seguir en el podio de la Zona 2.