En la Argentina y más aún en Bahía Blanca, Sergio Santos Hernández es sinónimo de básquet. Pero, además, el entrenador de la Selección argentina guarda un fuerte lazo con el club de sus amores: “Cuando trabajás de esto, tenés muchas camisetas. Pero mi piel es de Villa Mitre”. Su formación, su cercanía con la institución y las razones que explican su simbiosis con el club, en esta charla mano a mano con Interior Futbolero.
Sergio Hernández recorrió, a lo largo de su carrera como entrenador de básquet, diversos lugares que lo alejaron circunstancialmente del suyo. Además de su amplia trayectoria en el país -Cañadense, Deportivo Roca, San Nicolás, Estudiantes de Olavarría, Boca Juniors y Peñarol de Mar del Plata-, también anduvo por España, Brasil y Puerto Rico. Aún así, jamás se distanció de su Bahía Blanca natal ni, mucho menos, de su querido Villa Mitre. “Mi piel es de Villa Mitre porque la casa en la que nací, donde todavía viven mi hermano y mi sobrino, estaba a 150 metros del club. Era mi casa. Y eso no se cambia nunca”, explicó. Y, en un intento por poner la pasión y la identidad en palabras, profundizó: “Podés pasar por 500 mil clubes o puedo jugar contra Villa Mitre, lo cual me ha pasado y me podría volver a pasar, pero nunca dejará de ser el club del cual soy hincha”.
En cuanto a su relación permanente con el Villero, el entrenador subcampeón del mundo con la Selección argentina de básquet en el Mundial de China 2019, afirmó: “El club es tu segunda familia y tu segundo hogar. En un club se respira camaradería, compromiso y valores. Aprendés a convivir y a competir. Contra el rival y contra el compañerito tuyo que juega en tu misma posición. Empezás a perder esos caprichos que, en tu casa y después de llorar un ratito, lo tenías”. Y continuó: “En el club te enseñan que, si querés esto, tenés que trabajar, entrenar, competir, cumplir horarios y esforzarte. Y que, si hacías todo eso, ibas a tener lo que querías o no. Lo cual también enseña que siempre hay alguien que puede ser mejor o más fuerte que vos”.
Al momento de reflexionar acerca de la función e importancia de los clubes y del deporte en la sociedad y en la vida, Sergio Hernández aseveró: “Todo lo que es deporte debe ser apoyado. Todo. Porque hay pocas vivencias en tu vida más marcadas que las deportivas, culturales o sociodeportivas que te da un club. Son las que quedan más marcadas en la vida”. Y concluyó: “Por eso mismo hay que apoyar tanto e insistir a quienes corresponda para que todo dinero que se ponga en el deporte profesional, formativo y educativo sea considerado una inversión, no un gasto”.