Firme autocrítica del ‘6’. Dice que Cipo «no tiene margen» y defiende a Perilli.
Se siente «responsable» Marcos Lamolla. Del momento actual de Cipolletti, de la ida de Domingo Perilli, de la ira de algunos hinchas (ver aparte). Es frontal, como en la cancha. Dice que el equipo «ya no tiene margen y que el viernes sólo sirve ganar», no comparte la salida de Mingo y confiesa que hasta aquí el plantel albinegro no «mostró la jerarquía» que le demandaba la chapa de candidato a uno de los siete ascensos a la B Nacional.
Da la cara el Polaco. Por eso acepta la charla cuando algunos de sus compañeros elige el silencio. Por eso se enoja cuando se le consulta por los papeles anónimos que aparecieron ayer en la zona de platea durante la práctica (ver foto). «Los insultos y estas cosas son aceptables hasta cierto punto. Lo de los papelitos es un acto cobarde. Preferiría que me paren en la calle y me pregunten por qué jugamos tan mal».
–¿Y por qué juegan tan mal?
–Creo que el torneo lo arrancamos con un gran primer tiempo ante Independiente, y después nos fuimos quedando. Igual, en los tres primeros partidos generamos muchas situaciones de peligro, nos convirtieron y eso nos ‘mató’. Contra Alianza fue el peor, porque casi no generamos situaciones.
–¿Cómo se sale de esta dura situación?
–No tenemos margen, hay que correr y meter…
–Pero hay mucho de anímico en este momento.
–Claro, es todo mental, de la cabeza. Por eso hay que pensar en positivo, estar bien de la cabeza para correr y meter bien. Cuando digo esto hablo de poner actitud, de pedir la pelota en momentos difíciles, mostrar coraje, no de salir a pegar patadas.
–¿Les pesó ser candidatos?
–Sabíamos que éramos candidatos y había presión, pero esa presión había que transformarla en algo positivo. La verdad es que cuando me imaginé el torneo antes del arranque, era muy diferente. No pensaba en partidos más fáciles, pero sí en que íbamos a sacarlos adelante de otra forma los partidos, que íbamos a tener más puntos…
–Y ahora te encontrás en un grupo golpeado.
–Sí, está golpeado el plantel. Nos duele el momento y nos dolió la salida de Mingo. Yo personalmente la tengo un aprecio muy grande porque llegué a Cipolletti cuando no está bien anímica y físicamente, y él me hizo crecer como jugador.
–¿Te sorprendió su salida?
–Sí, no la esperaba. Fue un golpe inesperado.
–¿La compartís?
–No, no la comparto por muchas cuestiones, pero así es el fútbol.
–¿Se sienten responsables?
–Sí, claro, yo soy un tipo muy autocrítico y sé que la mejor forma de defender a un técnico es en la cancha, y no lo hicimos bien. Ahora, tenemos que estar con Cacho (Arnaldo Sialle) a muerte para salir todos juntos de esta situación.
–Coincidís en que hasta aquí no mostraron jerarquía.
–Jugamos contra cuatro equipos que no venían estando en esta categoría y sólo ganamos un partido. No mostramos jerarquía hasta acá, hay que ser realistas. Antes, jugando mal, sacábamos adelante partidos que hoy no.
–Con la CAI, ganar o ganar.
–Sí, insisto en que no hay margen. De esta situación se sale con una victoria, no hay otra. Acá no hay que pensar en los Lamolla, los Perilli o los Sialle, sólo hay que pensar en que Cipolletti tiene que ganar.
Hoy el ascenso es una palabra que ya no se nombra. Para Marcos, sólo sirve «correr y meter».
Fuente: rionegro.com.ar