CHACARITA 1 – 0 DOUGLAS (Pergamino)
Chacarita derrotó a Douglas Haig 1 a 0 con gol de Jonathan Menéndez. Un encuentro que debió ganar el Funebrero por mayor diferencia, ya que tuvo varias situaciones para convertir y, sin embargo, se tuvo que conformar con la mínima diferencia y terminar con un dejo de angustia, ya que sobrevolaron algunos centros del rival que pusieron nerviosismo en el epílogo del partido.
Chaca hizo lo suyo. Era un desafío muy importante después de saber que, otra vez, los cordobeses habían ganado y la obligación del triunfo era solo para poner al equipo en el mismo lugar que tenía antes de comenzar la fecha.
A esta altura del torneo, y después de haber enhebrado la quinta victoria consecutiva, es increíble que todavía Chaca no le haya podido descontar más puntos a Talleres, que sigue manteniendo la diferencia que sacó en los primeros cuatro partidos del torneo (aún Coyette no era el entrenador tricolor).
Este Funebrero ya tiene definida una identidad. Es la que aplaude la gente: el juego asociado, paciencia para encontrar espacios y salir jugando siempre. Pero no solo de toques vive este equipo. La táctica es parte del éxito y, en esa táctica, es fundamental el rol del «Burrito» Rivero, ordenando con la palabra y con los movimientos. Hoy se vio en una jugada de ataque del equipo cuando González se proyectó para acompañar una jugada y salió el rival de contragolpe, Re tuvo que salir a cruzar hacia su derecha a cubrir al lateral y quien se paró de seis, para realizar la cobertura de Re, fue el mismo Rivero y eso no es obra de la casualidad. Es trabajo e inteligencia de los jugadores para llevarla a cabo.
Hoy el local fue el dominador del juego y el abanderado fue Nicolás Oroz, el diez de Chaca, quien maneja los hilos del partido y decide desde dónde se ataca y dónde se termina la jugada. Es un gran jugador el chico que viene de Racing y sería fundamental mantenerlo en el plantel sea cual sea el resultado final en este campeonato.
Si uno piensa en el objetivo de máxima de un entrenador es que el equipo juegue de la misma manera, más allá del jugador que esté dentro del campo de juego, y hoy Chaca no sintió la ausencia de Mellado. Matías Nizzo, quien no venía jugando y hasta hace dos fechas ni siquiera era convocado entre los 18, reemplazó a Miguel Mellado y fue una de las figuras del partido jugando tal vez su mejor partido en Chaca desde que debutó.
El gol del Funebrero fue una jugada que inicia Oroz, se la pellizcan, le queda a Menéndez que saca un derechazo al palo izquierdo de Garavano y convierte el 1 a 0 que sería definitivo. Golazo del «Melli», que después tuvo otra que sacó el arquero. Un Menéndez que hace cada vez más difícil la intención del Funebrero de retenerlo con el nivel que viene teniendo.
No es casualidad que en el entretiempo se haya mostrado la réplica recuperada del Trofeo Juan Gamper en aquel subcampeonato obtenido en el 71, en el que se mostrara la mejor versión Funebrera de todos los tiempos. Este equipo cada partido les brinda un homenaje a esos «héroes».
La segunda etapa lo encontró a Nahuel Menéndez por Rivero, con una sobrecarga en los gemelos. No se resintió el esquema, pero si el desarrollo. Chaca tuvo muchas oportunidades de convertir y no pudieron Coniglio, Nahuel y hasta Manso, que ya estaba en cancha en lugar de Casa.
Con diez Douglas, por expulsión de Levato, comenzó a aproximarse solo porque había un solo gol de diferencia, pero en el juego era mucha más la distancia entre un equipo y otro.
Volvemos a confirmar que este es un grupo que tiene pasta de campeón. El equipo está consustanciado, el cuerpo técnico sabe hacia dónde se dirige, por lo que solo no se dará este año si Talleres no se cae. Es la oportunidad de los dirigentes funebreros de intentar mantener al grupo. Es la base para conseguir los logros.
Chaca ganó con juego, presión, llegadas y un golazo. En definitiva, su ADN, sus pergaminos, esos que le alcanzaron hoy para seguir manteniendo la ilusión.