Lázaro Romero
34'
San Martín perdió ante Deportivo Riestra y seguirá un año más en la Primera Nacional. Después del golpe de quedarse sin la final por el primer ascenso a Primera, el Santo no aprovechó la ventaja deportiva (con el empate avanzaba) y un arbitraje vergonzoso de Diego Ceballos lo dejó sin ilusión. A los 33 fue el gol visitante de Lázaro Romero para el 1 a 0.
Luego de un recibimiento extraordinario, con una Ciudadela colmada como siempre, el trámite del partido fue tenso, con muchas disputas entre locales y visitantes, más hablado que jugado, y con la mira puesta en el arbitraje de Diego Ceballos, quien cobró todo a favor del visitante.
Recién a los 25' se acercó San Martín por primera vez con peligro y fue cuando Nahuel Banegas casi conecta un centro de Quilez. Esa situación levantó a los hinchas y contagió al Santo que empezó a meter en un arco a Riestra.
Pero a los 31' Riestra llevó peligro con un remate desde afuera del área: la pelota se le movió en el aire a Darío Sand y casi protagoniza un blooper que terminó en córner para el equipo que tiene en el otro arco a un conocido como Nacho Arce, el arquero del último ascenso del Santo en 2018.
A los 33' llegó el baldazo de agua fría: gol de Riestra. Lázaro Romero definió bárbaro ante Sand para el 1 a 0 y sembrar la duda en Ciudadela. Con este resultado, San Martín quedaba eliminado de toda posibilidad de ascenso.
A los 40' reaccionó San Martín otra vez con Banegas: un remate cruzó todo el arco de Arce y nadie alcanzó a empujarla.
A los 45' llegó la gran polémica de la primera etapa: un patadón en la cabeza de Dening no mereció la roja de Ceballos. El final fue con empujones y escándalo en Ciudadela. Al ST nos vamos.
En el segundo tiempo fue más de lo mismo: Frontini metió tres cambios juntos, pero no cambió San Martín.
A los 35', Diego Ceballos no cobró un penal a Nahuel Banegas. El partido comenzó a picarse y el clima cada vez se puso más caliente en las tribunas y en la cancha,
El bochorno fue total al final del partido y con máxima tensión en la cancha y en las tribunas, llegó el final de esta pesadilla. San Martín no jugó a nada y Ceballos le terminó de quitar la ilusión al Santo. Final de un año de pesadilla y de la etapa de un técnico que nunca le encontró la vuelta a un equipo sin personalidad, actitud ni juego.
Fuente: El Tucumano