Veinte años en el terreno de la dirección técnica le otorgan a las palabras de Ricardo Pancaldo, actual entrenador de San Martín de Formosa, un agregado tan indudable como incuestionable: sapiencia. Esa que surge de ensuciar las zapatillas en el barro, limpiarlas, aprender a mostrarlas relucientes y volver a embarrarlas sin ningún impedimento. Y luego de sus primeros meses al frente del Franjeado, en medio del apagón deportivo y mundial ocasionado por la pandemia de coronavirus que detuvo casi todo, el camino ofrece la oportunidad de parar la pelota, revisar hacia atrás y levantar la cabeza para mirar hacia adelante. “Comencé en 2001 y he pasado por todas las categorías. Hasta fui ayudante de campo en Primera”, recuerda quien se probó la ropa de Deportivo Roca, Libertad de Sunchales, Atlético Paraná, Racing de Córdoba, Brown de Madryn y varios otros. Y aclara: “Siempre fue muy difícil sobresalir desde el Ascenso. El jugador del Ascenso, a veces, no tiene ni para comer”. El balance de su fluctuante presente en San Martín, reflexiones en tiempos de cuarentena, fútbol y alrededores, en esta conversación mano a mano con Interior Futbolero.
Tres victorias en fila, para un comienzo de ensueño; y cuatro derrotas consecutivas, para cargar de dureza un golpe directo al mentón de la ilusión. Así de volátil fue, antes del aislamiento social preventivo y obligatorio, la primera porción del ciclo de Ricardo Pancaldo a cargo del plantel profesional de San Martín de Formosa. Es cierto, desde su debut con empate ante Defensores de Pronunciamiento, el listado de partidos sin caídas conducía a un total de cinco, con dos igualdades sumadas a aquellos tres triunfos. Incluso, la mencionada racha negativa encontró su punto de quiebre con un festejo 2-1 frente a Juventud Unida de Gualeguaychú. Pero esa aparente recuperación fue el tambaleo previo a tres tropiezos seguidos antes de que la Organización Mundial de la Salud oficializara como pandemia el avance del coronavirus. “El equipo no ha merecido los resultados que tuvo. Pero el fútbol no se rige por merecimientos, sino por ganar”, suelta Pancaldo. Y, con las cartas de la autocrítica, la reflexión y el análisis sobre la mesa, avanza: “De estar a un paso de clasificar al hexagonal pasamos a pensar en la zona de abajo. Y ese fue un golpe mental que nos jugó en contra. Porque el fútbol es psicológico y emocional”.
Interior Futbolero: ¿Qué balance hacés, hasta el momento, de tu etapa al frente de San Martín?
Ricardo Pancaldo:Cuando agarramos el equipo, tenía cuatro puntos y tuvimos una evolución muy buena durante toda la primera rueda. Quedamos a un punto de la clasificación. La segunda etapa no fue como esperábamos y estamos en una situación difícil, con un equipo que ha jugado bien en un 70% de los partidos y no ha merecido los resultados que tuvo. Pero el fútbol no se rige por merecimientos, sino por ganar. Estamos expectantes para encontrar las soluciones futbolísticas que nos permitan volver al nivel que tuvimos en la primera parte. Sabemos que tenemos el material y que contamos con los mismos jugadores. No cambiamos para nada la forma de entrenar y estamos esperando levantar el rendimiento.
IF: ¿Qué explicación se le encuentra a tanta irregularidad?
RP:Jugó muchísimo lo mental. Sabíamos que habíamos ganado muy bien los tres puntos por un jugador mal incluido ante Gimnasia de Concepción del Uruguay y después nos los sacaron. Y de estar a un paso de clasificar pasamos a pensar en la zona de abajo. Ese fue un golpe mental que nos jugó en contra. Porque el fútbol es psicológico y emocional. Y en eso estamos trabajando para poder meternos de vuelta en la conversación, con el objetivo de llegar a las últimas fechas con expectativas de tener al sexto al alcance de la mano.
IF: Puertas adentro, ¿cómo vivieron el trayecto previo a la suspensión oficial del fútbol a causa de la pandemia?
RP:Fue todo bastante de repente. El día que jugamos contra Güemes, en Santiago, ya se hablaba de suspender el fútbol y de que íbamos a tener que parar. Y después, de que íbamos a tener que entrenar, pero sin saber cuándo se jugaba. Fue un momento de incertidumbre total, como el que vive el país ahora también. El mundo está parado. Esperemos que nuestros gobernantes encuentren una solución para todo esto que estamos pasando. No creo que nuestra situación sea distinta a la de todos los trabajadores del mundo. Tenemos que tratar de tomar conciencia de que algo debemos estar haciendo mal, como humanidad, para que sucedan estas cosas.
IF: Y desde el lugar que te da tu experiencia, ¿cómo creés que puede afectar esta coyuntura al fútbol de Ascenso?
RP: Ya tengo veinte años de entrenador. Comencé en 2001 y he pasado por todas las categorías. Hasta ayudante de campo de Primera fui. El fútbol de Ascenso siempre fue muy castigado y rebuscado. Siempre fue muy difícil sobresalir desde el Ascenso. Porque, la verdad, es un torneo muy amplio y hasta difícil de organizar. El Ascenso tiene un montón de cosas lindas, porque representa un montón de ciudades, provincias y clubes. Pero también está muy lejano a lo que es Primera División. Incluso, desde Primera Nacional a Primera División hay una distancia importante. No creo que se descuide ni desproteja al Ascenso, simplemente las condiciones económicas juegan un papel fundamental en los torneos. Las televisaciones no son las mismas, la plata no es la misma y es difícil hasta por la geografía que tenemos en el país. Lamentablemente, suceden cosas como estas y el jugador de Ascenso resulta el más desprotegido porque los sueldos que se ganan son para vivir un mes. No como los de técnicos o jugadores de Primera, que aunque bien merecidos los tienen, tienen otras posibilidades. El jugador del Ascenso, a veces, no tiene ni para comer. Esa es la realidad.
IF: Antes de la suspensión, varios jugadores de Primera dijeron sentirse utilizados. A vos, desde el interior y en el Ascenso, ¿te pareció que pudo haber algo de eso?
RP: No creo que hayan querido utilizar a los jugadores. Nos pararon a nosotros y al fútbol como también se paró todo el mundo. Es hora de sumar y de saber que todo esto se tomó a tiempo. Nos agarró a todos muy de pronto, las cosas se dieron de forma muy vertiginosa y se tuvieron que tomar decisiones. Ahora tenemos que tratar de ser solidarios y que esa solidaridad alcance a todas las categorías, no sólo que se enfoquen en Primera.
IF: En medio de este contexto, ¿cuán hacia adelante te permitís pensar?
RP: Los profes mandaron los trabajos y las dietas para que los jugadores envíen los videos de lo que están realizando. Pero no soy muy optimista respecto de que el torneo se reanude pronto. Porque tienen que darse las condiciones de salud para todos, no sólo en el fútbol. Así que esperamos encontrar las solución a este virus maldito que nos aqueja y, recién ahí, pensaremos en el fútbol, que es lo más importante de lo menos importante.
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