Surgieron varios nombres para ocupar la vacante que quedó pendiente tras la finalización del contrato de Fuentes.
Son horas decisivas las que vive Juventud Unida Universitario para decidir la llegada de un nuevo entrenador. Tras la eliminación ante Deportivo Madryn por penales, se desencadenó un final anunciado del ciclo de Marcelo Fuentes al frente del Juve. El proceso tuvo dos etapas: pre pandemia y pos pandemia. Lo cierto que el primer paso fue exitoso desde el trabajo y los resultados. Quedó invicto, clasificado para la zona campeonato, y potenciando valores del club como Julián Lucero, Tomás Garro, Santiago Solari, como referentes, acompañado del trabajo de potenciar cuestiones futbolísticas y extra futbolísticas que hacen a un proceso de trabajo que dejó una huella de profesionalismo.
En mayo de 2020, Fuentes declaró en Pasión Deportiva sobre su trabajo en el club hasta ese entonces: “Nos hicimos un equipo competitivo, duro y difícil para cualquier rival. Era un plantel que parecía diezmado y totalmente desmotivado, en el momento cuando yo llegué creían que podían y cuando los jugadores creen que pueden van para adelante siempre. Estos jugadores estaban en pleno crecimiento, más que nada los juveniles del club, el tema es que les faltaba muchísimo trabajo. Esta es una de mis mejores campañas como DT, nunca estuve seis o siete partidos con el arco en cero y ganando consecutivamente, eso hizo que nos alejáramos de los puestos del fondo. Para mí el fútbol no es magia, es consecuencia de achicar el margen de error con trabajo”.
Llegó el parate debido al Covid-19 y la relación entre el club y el entrenador se enfrió y mucho. Los objetivos de un lado y otro se fueron alejando. El club decidió en su intención de cuidar las arcas, transferir a Tomás Garro y Juan Pablo Gobetto. Las partes empezaban a alejarse. “Hace una semana o dos, me llamaron del club y me informaron sobre dos o tres decisiones unilaterales que se han tomado desde la dirigencia, dije que yo no estaba de acuerdo y crucé algún mensaje con el presidente de Juventud, Juan Martín Divizia, y luego mi representante tuvo una charla extensa con él. No soy el que decide la vida institucional del club, simplemente le demostré que no las aceptaba”.
La dirigencia decidió cuidar los números del club tras contar con la mala experiencia de un par de años atrás. Lo cierto es que ordenó lo deportivo con el trabajo del mánager Gonzalo Salgueiro, quien contrató a Darío Alaníz, sin suerte deportiva, y encontró una solución a mitad de camino con la llegada de Marcelo Fuentes. Con idas y vueltas en la pandemia, la AFA oficializó el reinicio del torneo y se movieron para jugar el certamen.
El mánager declaró en Pasión Deportiva, en septiembre de 2020: “Vamos a trabajar para poner en cancha un equipo competitivo. Estamos arreglando la situación de Marcelo Fuentes, quedan algunos detalles por resolver, pero tiene contrato, y tenemos una carpeta de jugadores a traer y los 14 futbolistas del club y de las inferiores. Otra de las opciones es ver el presupuesto que vamos a tener, y tenemos la intención de retener a Damián De Hoyos. Queremos ascender, con algunos jugadores de afuera, pero también deseamos que crezcan los jugadores del club. Los préstamos de Tomás Garro y Juan Pablo Gobetto, que si bien no es de San Luis es un gran jugador, pero son buenas noticias para las finanzas. Tenemos grandes jugadores en el club y el proyecto de inferiores se va viendo y seguramente pronto en la Primera”.
Se armó el equipo para competir de la mejor manera, no llegaron los refuerzos que exigió el DT para pelear el ascenso, se fue adaptando al presupuesto y al mercado disponible. La dirigencia cumplió con la cantidad de pedidos, pero es cierto que la relación no terminó siendo “uña y carne”. Fuentes creía que había que moverse un poco antes, y la dirigencia decidió cuidar el presupuesto.
Tras no clasificar en los primeros lugares de la zona campeonato, y a un par de días de comenzar la pelea por el segundo ascenso, Fuentes habló el 30 de diciembre en Pasión Deportiva. “Nosotros armamos algo que yo me siento representado, yo siento que somos competitivos, lo que pasa es que no nos alcanza y tenemos un tiempo que superamos y cuando hay que volcar en la cancha algún otro tipo de jerarquía que podamos tener en el banco, quizás a nosotros nos ha tocado no tener un plantel más completo, por algunas cuestiones del Covid. Aclaré que soy el máximo responsable de mis procesos porque mi conducción es fuerte, es rígida, pero la realidad es que me ha pasado eso. Para mantener la seriedad del presupuesto, tuvimos que salir armar lo que se podía presupuestariamente, pero terminó siendo un armado tipo CAI, cuando digo tipo CAI, para el que lo conoce es un armado de jugadores juveniles que le van a dar mucho crédito quizás después de febrero. No he tenido nunca mucho contacto con la dirigencia, ni en la pandemia ni ahora, normalmente hablo lo que necesito con Gonzalo Salgueiro (mánager deportivo) y después la verdad es que no hemos tenido comunicación o por la pandemia o por lo que sea no hemos estado mayormente en contacto. Estoy agradecido por la oportunidad de trabajo que me dio Juventud. Siento que este proceso podría haber terminado mucho tiempo antes”.
La relación se enfrió mucho, en silencio y por lo bajo se cuestionaban forma de actuar, en las exigencias conocidas del entrenador en sus trabajos para elevar el nivel. El desgaste y el desenlace llegó. Las partes convivieron como un matrimonio que se divorció en buenos términos, sin peleas ni escándalos. Fue cordial y respetuosa, pero llegó a su fin.
El certamen finalizó con el partido ante Deportivo Madryn, y allí Juan Martín Divizia declaró en Radio Popular: “Se ha terminado una temporada difícil, más allá de la eliminación, pudimos haber clasificado pese a alguna polémica, pero lo importante es que seguimos con un club ordenado. En cuanto a la situación de Marcelo Fuentes, su contrato finalizó hoy, nos sentaremos a hablar sobre lo que él quiere, lo que queremos nosotros, y veremos. Es un gran entrenador”.
Fuentes declaró el 30 de diciembre en Radio Popular: “Tengo la frustración de que no me pudieron armar un equipo competitivo como quería, yo tomaré mis decisiones y la dirigencia tomará las decisiones para alguien que si no pudo hacer rendir al equipo, tampoco se quedó sentado en la cabaña, sino que trató de sacudir el polvo en todos los rincones del club para hacerlo más competitivo”.
El contrato de Fuentes finalizó el 31 de diciembre (se extendió hasta la finalización del torneo), y más allá de la eliminación, con pandemia mundial en el medio, quedó rondando la sensación que se podría haber dado más en busca del ascenso del que tanto se habla en San Luis, y que, por diferentes motivos y factores, no se llega al objetivo.
Ahora, una carpeta de entrenadores se pone en juego, que será analizada por dirigentes, allegados y el mánager. Por estas horas, pica en punta el nombre de Carlos Casteglione, quien tiene consenso entre los dirigentes y allegados, capitán en el ascenso en 2015, y que meses atrás estuvo en negociación para ser el entrenador. Tuvo un paso por Ituzaingó, dejando el cargo en febrero de 2020. Hoy está vacacionando en la provincia, con su carpeta en mano, cuerpo técnico armado, y a la espera de una reunión con la dirigencia. Otras fuentes cercanas al club indican que hay más opciones, de entrenadores “jóvenes”, y que Casteglione no tendría asegurado el consenso total. También el teléfono de los dirigentes suena seguido con ofertas de representantes, ídolos del club, y demás, que quieren sentarse en el banco de suplentes.
Fuente: Sergio Maximiliano Camargo / Radio Popular San Luis
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