Echaron al técnico José Pepe Bravo, separaron a tres jugadores y redujeron varios sueldos en el plantel.
Las secuelas de la derrota contra Atlético Alianza terminó haciendo rodar cabezas en Sportivo Desamparados. Con escasas chances de clasificación a la siguiente fase del Federal B, la dirigencia decidió meter mano. Lo primero fue despedir al técnico, José Bravo, quien dirigió una rueda al equipo; además, se decidió la desvinculación de tres jugadores del plantel, mientras que otros tantos aceptaron una reducción en sus salarios. Quedando pendiente aún la charla con dos futbolistas más para ver si aceptan cobrar menos o se van de Puyuta.
El primer paso que dieron los dirigentes fue pedirle que deje el cargo a Bravo, quien había asumido justamente en la tercera fecha tras la caída en la primera rueda contra el mismo Alianza, como local. Al mando de Pepe, Sportivo solo derrotó a Trinidad por el Federal B, mientras que en la Copa Argentina eliminó a Peñarol y Villa Obrera. Pero el costo de quedar tan lejos de los puestos de clasificación le pasó factura y se decidió su salida. Julio González será el entrenador hasta el final del certamen.
En cuanto al plantel, ayer se desvinculó a Nicolás Molina, Federico Turienzo y Julio Balmaceda. Mientras que Alexander Lucero, Manuel Ledesma y Jorge Medina aceptaron una reducción salarial.
Los casos de Ivan Brun, Federico Amaya y Renzo Grasso -todos con contratos vigente- es algo parecido. Hoy, en tanto se definirá la situación de Juan José Ramírez y de Isaias Ovalles. La dirigencia que hoy encabeza interinamente Armando Rosales charlará con ellos para proponerles una reducción también y en el caso de que no acepten, serán desvinculados de inmediato.
En el aspecto institucional y para tratar de descomprimir una situación que se tensó demasiado, se maneja la chance de una convocatoria por adelantado para el mes de diciembre a la Asamblea general de socios para renovar autoridades cuyo mandato recién vence en marzo del 2015.
Fuente: Diario de Cuyo.