Un festejo merecido en una tarde para el recuerdo

En la previa del partido, el plantel y el cuerpo técnico de Juventud disfrutaron de un merecido reconocimiento de parte del público. Hubo plaquetas, lágrimas, emoción y la vuelta olímpica acompañados por familiares y amigos.

La tarde calurosa no fue impedimento para que la gente vaya temprano a la cancha, sabiendo que tenía una cita impostergable con los héroes del ascenso.
Por eso no sorprendió que desde mucho tiempo antes del comienzo del encuentro, las tribunas ya tuvieran un color predominante celeste y blanco y mucha gente esperara el momento de que los jugadores y el cuerpo técnico de Juventud salieran a la cancha para celebrar el ascenso.
Vestidos con una remera blanca que decía “Somos Nacional B” con el escudo de Juventud Unida, jugadores, cuerpo técnico y los principales allegados ingresaron a la cancha, recibieron las plaquetas de parte de los dirigentes y disfrutaron de un momento único, para muchos inesperado, pero sumamente merecido.
Luego fue el tiempo de la vuelta olímpica, caminando. Algunos de los jugadores lo hicieron acompañados de sus hijos o sobrinos, el “Beto” Acosta dio la vuelta con sus hijos Benjamín y Jeremías, Gastón Fiorotto lo hizo con su sobrina. En las tribunas la gente deliraba de emoción, hubo cantos, globos celestes y blancos, bombas de estruendo, papelitos picados y sobre todo, muchas ganas de celebrar.
Los jugadores recibieron el cariño de la gente, que en algunos casos se tradujo en banderas de agradecimiento, como las que hacían mención al “Piru” Fornillo de su familia de General Rojo y una muy especial que rezaba “Martino: Impini y Marchesini son argentinos”, en un mensaje al DT de la Selección.
La batucada sonaba fuerte de fondo, dirigida por Martín Piaggio, que dejó en un costado su rol de funcionario y se sumó a la fiesta con la batucada de Papelitos. La gente no paraba de sacarse fotos con los jugadores, que disfrutaron de la fiesta como pocos.
Luego fue tiempo de entrada en calor, de jugar el partido, pero ya entrando la noche siguió el festejo, los jugadores se subieron al micro descapotable y encabezaron la caravana que recorrió la ciudad, para llegar a la zona de Costanera y frente a los Obeliscos desatar todo el festejo, con miles de personas que se sumaron a la caravana y otros que directamente se unieron en la Costanera, pero que no quisieron perderse la celebración.
Juventud festejó a lo grande su ascenso a la B Nacional. Con la gente, con las familias y en medio de escenas de gran emotividad, el pueblo Decano y toda la ciudad de Gualeguaychú gritaron bien fuerte CAMPEÓN a todo el país futbolero.

Fuente y foto: Diario El Argentino

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