Villa Mitre no pudo ante Independiente en Mar del Plata y quedó eliminado por la mínima

En el primer partido oficial ante un equipo grande del fútbol argentino, Villa Mitre poco pudo hacer ante la jerarquía de Independiente, perdió 1-0 y quedó eliminado de la Copa Argentina en 32avos de final.

Como era de prever, el Rojo se hizo de la pelota y no soltó el control remoto hasta el final del cotejo.

Aunque por momentos fue rápido para recuperar y lento para progresar en el terreno, le puso todos los puntos a un rival que, con un 4-4-2, eligió defender prácticamente en su campo priorizando el orden y multiplicándose para no dejar sueltos los balones en los rebotes o en las segundas jugadas.

Con Menéndez y Roa rompiendo por los costados, el de Avellaneda desestabilizó seguido la estructura de un conjunto bahiense que, pese a estar lejísimos del arco de Milton Alvarez, se mantuvo a pie firme y en partido.

Pasada la media hora, la Villa se animó a llevar la pelota lejos de Tavoliere, pero no tuvo filo ni ideas para llegar al área de enfrente.

Y en ese momento, cuando dejó algunos huecos a espaldas de los carrileros (Enzo González y Leonel Torres), fue cuando los de Falcioni encontraron aire y empezaron a exigir al 1 tricolor.

“Balú” salvó ante Menéndez y frente a un tiro picante de Silvio Romero, hasta que llegó el penal. Roa hizo un slalom por izquierda, tocó adentro para Silvio Romero y Leonel Torres lo taló. Penel lo marcó de cerca y el capitán del Diablo la colocó arriba para el 1-0.

En el segundo tiempo, el dominio de Independiente se acrecentó y la figura de Tavoliere también.

El arquero mantuvo con vida a su equipo, que apenas pudo ser tibio frente a un adversario con oficio y que en todo momento le hizo notar las dos categorías de diferencia.

Mungo le dio minutos a jugadores que tuvieron poca participación en el último Federal y el Rojo, que no pasó sobresaltos y tuvo siempre todo bajo control, sacó con confianza el pie del acelerador de mitad de cancha hacia adelante.

Como conclusión, este Villa Mitre se parece poco al del campañón en el Federal A. Sintió las bajas, está en formación y no se mostró cómodo haciendo lo que no estaba acostumbrado a hacer: ceder pelota y terreno y esperar.

Le ganó un equipo atildado, que consiguió su cuarto éxito en fila, que no le regaló nada y que lo desgastó con futbolistas de nivel, experiencia y muy comprometidos con esa idea de intensidad, dinámica y sentido de pertenencia que pregona el “emperador” Julio César Falcioni.

FUENTE: LA NUEVA

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