Corría el año 2008 cuando decidieron, por primera vez, participar del campeonato del sindicato de Smata, en Concepción. “Era un grupo de changos amigos que trabajaban para el legislador Iván Llorens y se juntaba siempre a tomar alguito. Le fueron a pedir a Iván que sea sponsor del equipo y les de un juego de camisetas, y a cambio de eso decidieron ponerle como nombre Deportivo Llorens”, recuerda ahora con una carcajada Walter Fabián Sánchez, conocido popularmente como “Keko”, ex DT y actual secretario administrativo de uno de los finalistas de la Liga Tucumana de Fútbol.
Tras un par de años jugando en los torneos amateurs, se encendió la idea de dar un salto a otro nivel. “¿Por qué no entramos en la Liga?” se preguntaba Mauro Maidana, una y otra vez. “Y, debe ser muy complicado, mucho tramiterío”, solía contestarle alguno de sus amigos. Pero insistió, y fue convenciendo a sus compañeros, uno por uno, hasta lograr el objetivo.
Así, el 14 de abril de 2010 se fundó oficialmente el Deportivo Llorens, y a las pocas semanas se inscribió en las oficinas de avenida Sarmiento 365, para comenzar a ser parte del fútbol provincial.
Como la banda se juntaba siempre en la esquina de Uruguay y Los Naranjos, en Concepción, decidieron sacar de ahí los colores de la camiseta. “Usamos el naranja y el celeste de Uruguay, pero como no combinaba mucho lo cambiamos por un azul Francia”.
Casi una década después, el club se prepara para jugar la final, y cuenta con estadio y predio propio, bautizado con el nombre de su gran impulsor, Mauro Maidana, fallecido años después en un accidente automovilístico.
“Comenzamos compitiendo en la B de la Liga y luchando por el ascenso. Llegamos a la final y perdimos con San Juan, nos quedamos con mucha bronca pero decidimos organizarnos de una manera distinta. Queríamos primero consolidarnos como institución y después comenzar a buscar el éxito deportivo”, remarca ahora Sánchez.
Perder esa final, sin embargo, se transformó en una herida dolorosa y profunda. “Muchos chicos no quisieron venir más al club. Se había generado mucha ilusión y expectativa acá en la zona, y perder ese partido fue tremendo. De a poco ahora empezaron a volver y a muchos de ellos los tenemos en las tribunas alentando al equipo”.
La historia de Llorens tiene su punto máximo de gloria en 2017, año en el que consiguen el anhelado ascenso a la A tras vencer a Estación Experimental en la gran final, habiendo cumplido la promesa de hacer las cosas con prolijidad. Primero, la cancha y el predio. Después, la gloria.
“Mucho tiempo jugamos de prestado. San Ramón, Trinidad y Deportivo Aguilares son los clubes que nos prestaban la cancha para que juguemos de local. Después había otros que nos cobraban un alquiler, pero ya es parte del pasado, ya tenemos nuestro propio lugar para nuestros partidos”, cuenta Sánchez con el pecho inflado.
Allí hicieron de local ese año en el Torneo Regional Amateur que organiza el Consejo Federal de AFA, y al que accedieron mediante una invitación. “Aceptamos porque queríamos tener la experiencia y comenzar a preparar el equipo para la Liga, pero nos juramos no volver a aceptar ninguna invitación. Queremos jugar en la categoría que nos merezcamos jugar por el mérito hecho en la cancha”, aseguran.