












La historia del deporte de la comarca también fue construida por los clubes. Uno de ellos es Jorge Newbery, fundado el 1 de junio de 1921, el primero en Carmen de Patagones. La excusa para comenzar con este gran proyecto fue el fútbol. Hoy cuenta con básquet, tenis y judo entre otras actividades. Pero para llegar a ser uno de los clubes más prestigiosos los socios fundadores trabajaron arduamente.
La ambición, proyección y el esfuerzo fueron las claves para crecer durante estos 88 años y hoy los más de 400 chicos que concurren a diario gozan de logros que forzaron esos soñadores en una cancha de fútbol.
"Todo se hizo con pasión desde el principio en este club", recordó el "negro" Jorge Pardal, con sus 75 años y 60 como socio, quien vivió el crecimiento de su segunda casa. Nunca fue dirigente pero cuando había que pintar una pared, realizar instalaciones eléctricas o hacer un asado para los directivos que proyectaban las ideas, él no se lo perdía.
En ese momento se desarrollaban campeonatos de fútbol pero la idea era construir un gimnasio, el que hoy se encuentra en pleno centro maragato.
"Todo lo que se hizo en el club fue a partir del trabajo de muchos dirigentes con visión de futuro. Primero se compró el terreno a un prestamista, en la década del 40 y de a poco se fue construyendo la base", sostuvo Pardal.
Fue en ese momento uno de los dirigentes le encargó a Pardal otro asadito para tratar "un tema muy importante" para el club. "Se les ocurrió techarlo, con lo que implicaba en esa época!", recordó.
Pero eso tampoco fue obstáculo. "Se traían planos de Buenos Aires, se hacían números pero plata no había y los costos eran altísimos. Allí surgieron los bailes más importantes de Patagones con orquestas de afuera, un clásico en esa época del 50-60". Entre los grandes que más recaudación dejaron recordó a José Baso, Los Iracundos, Leo Dan, Palito Ortega y Leonardo Fabio, entre otros. "De esa manera se pudo pagar el techado y en 1962 quedó inaugurado".
El objetivo se cumplió pero un estadio de fútbol fue la próxima idea. La primera cancha estaba en la calle Hipólito Yrigoyen, frente a la escuela 11. La segunda en un terreno baldío que se consiguió en 1960, muy precario, sin agua, que requirió el acarreo de cientos de pesados baldes sólo para instalar los arcos. Sin riego era imposible sembrar césped, razón por la cual los dirigentes compraron una quinta ubicada en avenida Costanera a un paso del río Negro. "Siempre hubo un visionario y en este caso fue Juan Gilardi que era el presidente. Él sabía que no podíamos perder la oportunidad y en 1972 se terminó el estadio ´Armando Sitanor Ballestrase´".
Los proyectos de Jorge Newbery no terminan, y la idea de los dirigentes es climatizar la pileta de mayor dimensión de la localidad. La piedra fundamental se colocó un día como hoy pero en 1979, cuando Viedma-Patagones cumplieron 200 años.
En ese momento Roberto Ignisci, actual presidente, era tesorero. "En ese año comenzaron los trabajos y se hizo demasiado grande para lo que era esta zona, pero en el 81 quedó lista. La idea inicial fue que los chicos aprendan a nadar y que estén en un lugar controlado. Después eso cambió y ahora vienen en grupos a pasar el día".
Ignisci que ha estado 40 años en el club como dirigente, jugador y técnico recibe el legado que le dejaron los primeros visionarios y sostiene que "la proyección del club en cuanto a infraestructura es fundamental. Ahora estamos levantando otro gimnasio contiguo al de básquet, se está terminando la cuarta cancha de tenis y queremos climatizar la pileta en Avenida Costanera".
Dice Ignisci: "La idea de cerrar la pileta y climatizarla es para que se use todo el año. Un estudio realizado reveló que son 1.680 personas las que necesitan practicar natación por prescripción médica. Más de 1.300 concurren a las piletas en Viedma y las demás se les dificulta ir hasta allá".
No sólo la infraestructura es lo más importante. "Primero apuntamos a formar personas y después deportistas. Si se destacan mucho mejor, pero lo principal es formar un lindo grupo humano".
El ejemplo de Jorge Newbery, digno de imitar, se ha mantenido por 88 años en distintas generaciones.
Fuente: Diario Río Negro