
El primer encuentro oficial en Humboldt 350 fue el 5 de junio de 1960, cuando Atlanta recibió a Argentinos Juniors. Una gran cantidad de clubes jugaron como locales en el estadio por no tener uno propio, por sanciones recibidas por la AFA o por arreglos en el suyo. El primero que lo hizo regularmente fue Italiano, que lo alquiló para su primera temporada en Primera C en 1961. Algunas instituciones firmaron contratos y lo hicieron durante temporadas enteras; otras ocasionalmente. Una lista -aunque incompleta- de equipos que actuaron allí como locales incluye a algunos que jugaron con cierta frecuencia como Argentinos Juniors, Italiano, Español, Platense y San Lorenzo, siguiendo con Armenio, Ferro, Chacarita, All Boys, Boca, Vélez, River, Racing, Nueva Chicago, Huracán, Lanús, Tigre, Comunicaciones, General Lamadrid, Barracas Central, Brown (Adrogué), Colegiales, Macabi, Defensores de Almagro, Excursionistas, y las más extrañas localías, como Godoy Cruz (Mendoza), Sarmiento (Junín), Rosario Central y Leandro N. Alem.
Se llevaron a cabo distintos actos por la inauguración del estadio, con la presencia del intendente de la ciudad de Buenos Aires, Hernán Giralt, quien dio el puntapié inicial del partido; el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Raúl Colombo, y varios ex jugadores de la institución, como por ejemplo Norberto Pairoux y Francisco Aguirre. También se vieron mascotas como el perro Napoleón embalsamado. El presidente de Atlanta, León Kolbowski, efectuó el corte de cintas en la puerta de acceso de plateas al campo de juego, los dos arcos y el túnel, mientras las instalaciones eran bendecidas por un cura. Hubo entrega de ramos de flores y suelta de palomas y hasta un globo aerostático, a la vez que los equipos formaron y en el mástil se izó la bandera nacional.
Atlanta había arrancado de esa temporada con dos victorias consecutivas (en Liniers ante Vélez y como local en River ante San Lorenzo, el último campeón), para luego cosechar tres derrotas como visitante ante Estudiantes de La Plata, River y Racing, y dos empates en condición de local ante Lanús y Newell’s. En el ínterin, el 29 de abril, había obtenido la Copa Suecia al superar a Racing por 3 a 1 en la cancha de San Lorenzo de Almagro. Era el primer título que obtenía un equipo «chico» en competencias oficiales disputadas con el sistema de todos contra todos desde la creación de la AFA, en 1934. Pero los de Avellaneda se tomaron desquite en menos de un mes, y el 22 de mayo en la fecha inmediata anterior a la inauguración aplastaron en su cancha a Atlanta por 5-0. Con esa contundente derrota sobre sus espaldas y varias ausencias de titulares por lesión (Oscar Clariá, Mario Griguol, Luis Artime), el Bohemio recibió al puntero, Argentinos Juniors, para inaugurar su estadio en partido televisado.
A los 5’ de juego se convirtió el primer gol en la nueva cancha y fue a favor de Atlanta, por intermedio de Osvaldo Güenzatti en el arco defendido por Juan Carlos Moreno que daba a la sede social y la avenida Corrientes. Pero el comportamiento de algunos no estuvo a tono con lo que se celebraba: a los 32’ el juego se suspendió por trece minutos por incidentes en la tribuna, ya que se pelearon hinchas de uno y otro equipo, por lo que la policía arrojó varias bombas lacrimógenas sobre el sector donde se desarrollaban los disturbios y otras dos sobre la popular local. Los jugadores se retiraron a la zona de vestuarios, pero enseguida regresaron y se reanudó el cotejo. A los pocos minutos el juez Duval Goicoechea echó a Norberto Desanzo, que así se transformó en el primer expulsado en el nuevo estadio. Los goles para los de La Paternal llegaron en el segundo período, convertidos por Osvaldo Carceo, Juan Carlos Valentino (de tiro libre) y Mario Sciarra. Es decir que en esa tarde inaugural los cuatro tantos del partido de Primera División fueron marcados en el mismo arco.