Su piedra fundamental la colocó el 31 de marzo de 1968 el entonces (y por muchos años) presidente de la institución, Luis Mendoza.
Lo primero que había que resolver era la falta de un estadio de fútbol. Las exigencias para mantener el fútbol eran muchas; y con la falta de un estadio para jugar de local, la situación se hacía mucho más difícil. Habría que hacer algo y rápidamente porque no se podía esperar. Y la decisión se toma, después de conversarla miles de veces antes de decidirse. Para el 31 de marzo de 1968 se realiza la colocación de la piedra fundamental para la construcción del estadio.
Y llega el día indicado. La gran ceremonia. El enorme significado que tenía el comienzo de esta obra de gran magnitud, contando con la presencia del Intendente Municipal Luis R. Fabbro. Los padrinos de la ceremonia fueron la señora Laura Harguinteguy y el Sr. Ofelio Peterini, con la bendición a cargo de Monseñor José F. Marcon y la presencia de la Banda del Regimiento 3 de Infantería y en representación de la Armada Argentina el capitán de fragata O. Ugarte.
Y esa es la fecha de la gran concreción de uno de los mayores sueños, destacándose la colaboración del Sr. Francisco Harguinteguy y de la firma Fergat, para realizar la nivelación y compactación de seis mil metros cúbicos que sería el sitio destinado para el campo de juego propiamente dicho. El trabajo ya esta comenzado. Ahora el entusiasmo es mayor, los deseos más grandes, la fe mas robustecida.
Y es así como con la dedicación y el amor del socio Juan Mussio se coloca el alambrado olímpico con su correspondiente murete a cargo del Sr. Juan Vignone, verdadero artesano en su género; como así también la predisposición del Sr. Victorio Giusti en materia de herrería de obra. Y ahora es el Sr. Adolfo Coto Gutiérrez quien presta su colaboración, también desinteresada para afrontar serios problemas económicos propios de una empresa impulsada con modestia y humildad.
La pared que circunda el campo de juego de la cancha auxiliar es el próximo trabajo que se realiza. Y aquí se cuenta con la colaboración de Rafael Perrotta que envía cien mil ladrillos para levantar la pared y a abonar en un plazo que está dentro de las posibilidades del club. Ya el estadio tiene su pared de tres metros de alto por quinientos de longitud. Ya otros de los pasos esta concluido. Los asociados aprecian el gran esfuerzo que está realizando la entidad y cada uno desea aportar lo que esta a su alcance. Pero las necesidades son aun mayores. Cuando se termina un trabajo inmediatamente hay que pensar en el siguiente. Es la única forma de poder terminar el estadio. Y ahora lo que comienza es la construcción de 250 metros lineales de tribuna. Una necesidad imperiosa que requería la categoría.
Para esta obra la colaboración llega por intermedio de la firma Giallorenzi y Cía. en lo relacionado con tablones, y además del Sr. contratista Spicia en especialidad de herrería, aparte del esfuerzo de todos los asociados. Luego se piensa en los vestuarios del estadio y también en el túnel. Otra obra, otro esfuerzo. Y todo había que hacerlo. Utilizando las pocas posibilidades que había. Pero al final alcanzaba, y así es como surge nuevamente el apoyo de su Intendente, como así también la donación por parte del Sr. Carlos Heinreich de 1.080 bolsas de cemento.
Pero las tareas encomendadas continúan y la inauguración del estadio ya está muy cerca. Solo faltan algunos detalles, que a pesar de todo no dejan de ser de importancia, máxime para la mentalidad exigente que siempre existió. Solamente hace falta un último esfuerzo común para la concreción del tan anhelado estadio. Y precisamente son los socios y vecinos de la institución los que dan el empujón final para que todo concluya tal cual se había programado. Para que el sueño del estadio propio ya deje de ser un simple sueño y se convierta en orgullosa realidad. De esta forma un año después de colocar la piedra fundamental, es decir el 31 de marzo de 1969, se realiza una gran reunión en la ciudad deportiva con el fin de recaudar fondos para el entablonado de las tribunas y culminar las obras. Y en ese día el éxito es total. El apoyo de la gente es general. Todos se vuelcan a la ciudad deportiva para brindar su apoyo y también para acompañar a ese puñado de hombres que se había fijado "construir el estadio".
Todo el mundo se reúne y visita a las obras que hasta ese momento estaban concluidas.
El sueño concretado
Y llega el día esperado tan ansiado por todos. A solo quince meses de la colocación de la piedra fundamental, las obras están totalmente terminadas. Algo que solo aparecía en los proyectos y en los sueños ya era realidad.
FUENTE: WIKIPEDIA