Diego Escalada

Diego Escalada, el último 10 en el clásico ante Almagro, se despidió del club. Entrena en Achirense hace dos semanas donde jugará el próximo Regional Amateurs, en el que se cruzará otra vez con Parque Sur.

Diego tiene 19 años, nació en nuestra ciudad, se formó y creció en Rivadavia y muy chico emigró al fútbol grande: pasó por Rosario Central, Racing Club de Avellaneda y Nueva Chicago. En Mataderos jugó 6 años, se hizo hincha y debutó en la Primera B Nacional.

Escalada cerró su paso en Chicago e hizo todos los esfuerzos burocráticos posibles a mitad de este año para poder jugar en Parque Sur. Consiguió finalmente el préstamo y vistió los colores del Puerto Viejo en los últimos meses. Debutó ante Almagro en la primera fecha del Clausura, en el Plazaola. Pidió permiso en Achirense y se despidió ante Almagro el último domingo en el Núñez.

El último 10 de Parque -también ocupó otras posiciones en el mediocampo-, además de sus sueños de fútbol, ayuda a su viejo en un taller de chapa y pintura. Le agradeció al club y dejó la puerta abierta para volver: “Para mí jugar en Parque fue algo muy lindo; aprendí mucho como jugador y persona. Encontré un club humilde pero a la vez grande por la gente que siempre acompaña en todos los partidos. Sólo agradecerles a todos porque siempre me apoyaron como si fuera un pibe del club; especialmente a mis compañeros que siempre me ayudaron desde el primer día. Me voy feliz porque clasificamos en el último clásico del año. Gracias por todo Parque Sur; ya voy a volver en algún momento”, nos dijo Diego Escalada en su despedida.

Se extrañarán sus gambetas, la pegada, los goles y sobre todo su complicidad con la redonda, esa que se sintió mimada y lo acompañó pegada a sus pies, como corresponde a los que la tratan bien y tienen el plus de llamarse Diego, lucir la 10 y jugar a la pelota. El fútbol, en cualquier rincón, siempre necesitará más mentiras contadas por los pies.

Por Marcelo Sgalia. Algunas de las fotos llevan el crédito de Delfina Villagra.