GODOY CRUZ 2 - 0 TRISTAN SUAREZ

Godoy Cruz se impuso al Lechero con goles de Allende y Salomón Rodríguez y se medirá con Lanús en los 16avos de final de la Copa Argentina.

Fue un desahogo. Una victoria que le trajo algo de alivio a un equipo que no estuvo a la altura de las expectativas en la Copa de la Liga. Godoy Cruz, que había ganado apenas un partido de los últimos ocho en el torneo local (cinco empates y dos derrotas), superó a Tristán Suárez y tuvo un respiro que a esta altura ya era indispensable.

El Tomba asumió la responsabilidad ante un adversario que viene muy mal: el Lechero sumó apenas nueve puntos en los 12 partidos que lleva disputados en la Primera Nacional. El conjunto mendocino ejerció presión, procuró achicar espacios hacia adelante, administró la pelota y la hizo circular para fabricar el espacio. Gonzalo Abrego y, principalmente Tadeo Allende (gol y asistencia), fueron las llaves que tuvo el equipo conducido por la dupla de Santiago Gómez y Favio Orsi para abrir la cancha y generar profundidad por los costados. Martín Ojeda le dio buen destino a la pelota y se encargó de organizar, mientras que Ezequiel Bullaude y Salomón Rodríguez fueron picantes arriba.

Antes de abrir el partido, Godoy Cruz ya había avisado con un gran remate de Ojeda. Tristán Suárez intentó jugar en bloque, con un 4-4-2, pero el conjunto de Mendoza igual se las ingenió para encontrar huecos. El equipo de Juan Manuel Llop apostó al contragolpe y logró darle algunos sustos al arquero Juan Espíndola, pero Nazareno Bazán y Nicolás Messiniti no estuvieron finos a la hora de definir. El Lechero perdonó cada vez que se arrimó y lo terminó pagando caro.

El Tomba no brilló, pero logró una victoria clave en un duelo en el que no le cobraron dos penales. Un partido que terminó con un final caliente y dos expulsados en el equipo del ascenso: Arreguin e Iriarte explotaron cuando un jugador de Godoy Cruz tiró una rabona y ambos vieron la roja. El conjunto de Gómez y Orsi avanzó a 16avos de final, donde deberá medirse con el Lanús de Jorge Almirón.

Fuente: Diario Olé.