JUVENTUD ALIANZA (San Juan) 1-1 HURACÁN LAS HERAS (Mendoza)
El Lechuzo empató 1 a 1 con Huracán Las Heras y se quedó afuera de la pelea por el ascenso. Terminó jugando con 9 y con un mal comportamiento de los hinchas que invadieron el campo de juego antes del final.
Es fácil hacer leña del árbol caído, pero es la realidad de Alianza, que con su técnico y el respaldo de sus dirigentes apostó por un equipo joven que entregó todo, pero no alcanzó para pasar de ronda.
Una vez más se queda con las manos vacías y con un panorama de cara al futuro muy dificil. Estaba claro, que esta revancha con Huracán Las Heras era una final y esas las ganan los hombres. Al Lechuzo le faltó eso. Primero la tranquilidad de jugadores que saben dentro de la cancha y después resolver una incógnita que no parecía tan complicada pero no tenía argumentos técnicos ni tácticos, por lo menos así quedó demostrado por el planteo de Cristian Grabinski. Que para colmo de males contó la complicidad de los malos hinchas de Alianza, porque a los seis minutos esos personajes ingresaron al estadio en condiciones anormales y lo primero que hicieron fueron invadir el campo de juego cortando el envión que impuso Alianza en el comienzo.
Después de 15 minutos de detenido y de ver las payasescas peleas entre los propios hinchas lechuzos, el equipo se contagió del mal humor y perdió la calma. Con ello también el fútbol. Grabinski quiso salvarse con Renzo Ahumada pero ya era tarde. El nerviosismo y la imperiosa necesidad de descontar la diferencia de dos goles era complicado. Marcelo Russo fue el abanderado porque cometió dos faltas y dos amarillas , pasaje derecho a las duchas. En el arranque del segundo tiempo Pereyra cometió una falta y el juez cordobés le mostró la segunda amarilla. Dos menos y dos goles por remontar, una misión imposible.
El amor propio de Samper, las ganas de Rotundo y lo poco que aportaron Avila-Narvaez-Ahumada y Alaniz, (ingresado en el segundo tiempo) alcanzaron para pensar en el milagro. A los 24 minutos el ex San Martín, Gonzalo Narvaez definió muy bien ante la salida del arquero Bonacci para poner el 1 a 0.
El sueño de llegar a los doce pasos no parecía tan lejano. Y más cuando en siete ocasiones muy claras Huracán Las Heras dilapidó una y otra vez sus chances de manera increíble. Pero los hinchas desde afuera no lo entendían así y quisieron ser más protagonistas que los jugadores. Un par de petardos y un proyectil que cayó cerca del juez casi hace que se termine el juego antes.
Pero Alianza siguió con vida, aunque no hubo milagro y en el octavo minuto de descuento, Matías Guardia empató el juego. Después vino la invasión de cancha de los enfervorizados simpatizantes lechuzos que le pusieron la lápida a una campaña que no debió terminar así.
Fuente: El Zonda