Un plantel integrado por destacadas futbolistas de nuestro interior que demostró gran evolución futbolística y logró el reconocimiento de todo un país.
Por Rita Moresco
Como lo había anticipado la jugadora Mariana Larroquette, el equipo ya estaba haciendo historia con el solo hecho de participar en esta competencia que reunió a 32 equipos, muchos de los cuales, son potencia.
Argentina formó parte de Grupo G junto a Italia, Sudáfrica y Suecia, países que históricamente tienen mayor evolución. Pero las Albicelestes no tuvieron en cuenta esta característica, sabían a quien enfrentaban en cada cotejo y lo mucho que debían esforzarse para evitar la llegada rival. Así lo demostraron desde el comienzo al final de cada encuentro, con pasión, trabajo, esfuerzo y esas ganas de ganar y evidenciar que el equipo había crecido a pasos agigantados.
Suecia estuvo presente en todos los torneos mundiales y su actual equipo está conformado por jugadoras que, haciendo lo suyo en Europa, vienen de obtener importantes títulos como Fridolina Rolfo que juega en el Barcelona y llega de ganar la Champions League.
Por su parte, Argentina también cuenta con grandes jugadoras como la cordobesa Florencia Bonsegundo que forma parte del Madrid CFF de la Primera División Femenina de España, la misionera Yamila Rodríguez que actualmente juega en Palmeiras del Brasileirão Femenino y la mendocina Estefanía Banini que tuvo su «last dance» con la selección y pertenece al Atlético Madrid de la Primera División de España, entre otras.
Claro que las dirigidas por Germán Portanova conocen bien los campos de juego internacionales, los campeonatos y el compartir cancha con experimentadas futbolistas, pero en la historia del fútbol femenino, Argentina solo tuvo cuatro participaciones.
El 0-2 ante Suecia las dejó afuera de la competencia debido a que por haber sumado un punto producto de una derrota y un empate, estaban obligadas a ganar para seguir en camino. «Fue un partido difícil contra una gran potencia. Queríamos ganar y pasar, pero estamos mostrando el camino. Ahora queda una generación por delante que va defender la camiseta», sentenció Estefanía Banini entre lágrimas.
Más allá del resultado, Australia-Nueva Zelanda 2023 no fue un mundial más. El torneo del que recientemente se despiden, les dio la posibilidad de demostrar lo mucho que han crecido provocando un gran sentimiento de orgullo y satisfacción en todos los argentinos.