Como aquella vez…

Talleres prepara para el domingo una fiesta como la del último ascenso y sueña con alcanzar nuevamente la gloria. En esa ocasión, 57 mil hinchas del Albiazul coparon el Kempes y protagonizaron la quinta mayor convocatoria a nivel mundial de la fecha, incluso por encima del Boca – River.

 twitterPor Andrés González Casco (@AndresGonzCasco)

La noche del lunes 6 de mayo del 2013 es el último gran recuerdo del hincha de Talleres. Fue el día del regreso a la B Nacional, al lugar que el Matador sentía que jamás debería haber abandonado pero del cual apenas un año después volvía a despedirse, atosigado por una campaña paupérrima. Sin embargo, hoy la historia es diferente, y en la T hay apetencia de revancha: si gana el domingo ante Unión Aconquija y Defensores de Belgrano (VR) no suma de a tres frente a Sol de América, los cordobeses se quedarán con el primer ascenso del Federal A.

Aquella vez, San Jorge de Tucumán fue el rival de turno, y el estadio Kempes el escenario de una fiesta histórica. Con un gol en el ST del Chipi Velasco de taco, Talleres ganó 1-0, se aseguró el primer lugar del Undecagonal dos fechas antes del final y desató la locura de 57 mil hinchas presentes. Sí, una concurrencia inédita en el Ascenso argentino, incongruente con la circunstancia.


Fue la noche del festejo eterno, del grito hasta la afonía y de la reivindicación ante el dolor. Del abrazo con el padre, el hermano, el hijo y el desconocido. Y seguramente del Récord Guiness, porque poco registro habrá en el mundo de un acontecimiento de esa naturaleza, en un tercer escalafón de fútbol profesional. De hecho, aquel encuentro fue el quinto con mayor concurencia en la semana a nivel global. Inclusive por encima del Boca – River (48.000 personas), disputado en la Bombonera. Sólo Borussia Dortmund – Bayern Munich (casi 81.000), Manchester United – Chelsea (75.500), Real Madrid – Valladolid (68.000) y Barcelona – Betis (67.785) lo superaron.

Los preparativos para este domingo avizoran un escenario similar al de aquel 6 de mayo. Las cuadras de fila en la Boutique durante la semana y el escaso remanente (hasta este jueves quedaban menos de tres mil tickets por vender) a días del partido son evidencia de ello. La típica vaquita del cotillón para pintar el Kempes de azul y blanco también se engrosa. La promoción especial por el Día de la Madre (las mujeres sólo abonan los 20 pesos correspondientes al seguro) invitan a la familia unida. El Sol brillante pronosticado para el fin de semana se brinda para la sonrisa. El marco ya está armado, a Talleres sólo le falta ganar y esperar buenas noticias desde Villa Ramallo. Aunque el Elefante no se rinde…

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