INDEPENDIENTE (Villa Obrera) 1-0 PEÑAROL (Chimbas)
Con un gol de Roberto Soria, derrotó al escolta Peñarol por 1-0 y se consolidó como líder la Zona 15.
La receta es una sola. El sistema, es conocido. Todos, absolutamente todos sus rivales, saben cómo y a qué les jugará Villa Obrera en La Boutique pero después de 9 fechas en el Federal B, nadie ha podido resolver esa fórmula simple, sencilla y efectiva que lo ha llevado a ser cómodo líder de la Zona 15. La nueva víctima fue el encumbrado Peñarol que apenas a un punto abajo, llegó a Chimbas con la idea de dar el gran golpe. Pero el efecto Villero le terminó pasando factura y con un gol del capitán, Roberto Soria, Villa Obrera terminó el domingo más puntero que nunca. En un partido intenso pero con muy poco vuelo futbolístico, fue el local el que sacó su diferencia en una pelota detenida para después entregarle todo el peso de ir a buscar el partido a un Peñarol que se atrevió demasiado tarde y pagó esas consecuencias.
De entrada, la propuesta de Villa Obrera de jugar con tres en el fondo y tres de punta, anticipó un partido con muchos centros, con mucha pelota por el aire. La respuesta de Peñarol fue con las dos líneas de cuatro para contrarrestarlo pero así, todo el primer tiempo se diluyó entre las ambiciones de la Villa contra el firme dispositivo defensivo del Bohemio que resignó fútbol y juego por tener una defensa dura. Así, en esos primeros 45’ no hubieron ocasiones de peligro casi y solamente se contó la de Leguizamón que resolvió muy bien el Tato González.
En el complemento, la Villa insistió con su propuesta pero encontró algo de juego en Steiner como para poder crear circuitos ofensivos. La Villa iba y Peñarol lo esperaba para la contra, hasta que a los 20’ cuando parecía pelota perdida, Roberto Martín la buscó, lo tocaron y llegó el centro para que el capitán Roberto Soria metiera ese cabezazo bombeado que se le clavó en la espalda a Criado. Era la jugada que la Villa había buscado toda la tarde y con esa jugada, sacaba ventajas.
Llegó entonces el momento de la reacción de Peñarol. Magallanes se jugó con tres puntas metiendo a Sebastián Ríos y se fue encima del arco de González como para empatarlo. Pero a la Villa la invitaron al juego que más le gusta y entonces se le paró firme, para cerrarle caminos, obligarlo al centro y terminar de controlarlo. Las figuras de Soria, de Cristian Amaya, del mismo Martín, se agrandaron para regocijo de todo el mundo Villero. Es que la Villa Obrera con su fórmula volvía a frenar a una amenaza como Peñarol. Una fórmula ganadora que todos conocen, que todos saben pero que por ahora es problema sin solución para el resto. El efecto Villero es ganador.
Fuente: Diario de Cuyo.