La jugadora oriunda de la ciudad cordobesa de Morteros, comunicó la decisión a través de sus redes sociales.
Por Rita Moresco
Lo que nadie deseaba escuchar y el momento que parecía ser lejano, finalmente llegó. Una de las jugadoras más destacadas del plantel confirmó su retiro del plantel Albiceleste.
Desequilibrante, veloz y todoterreno. Donde está la pelota, está Flor Bonsegundo, y cuando no la tiene, corre en busca de ella. En los últimos tres partidos mundiales disputados, fue titular y en cada cotejo «se comió la cancha». Lamentablemente fue ante Suecia, en el minuto 41 del primer tiempo, cuando una de sus rodillas le impidió continuar obligándola a abandonar el campo de juego. Su diagnóstico se dio a conocer en las horas posteriores: rotura de ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda con una recuperación de seis meses.
Bonsegundo es oriunda de Morteros, Córdoba, localidad en la que comenzó a jugar al fútbol a sus seis años junto a un equipo de varones en el club Roberto Colombo. Al igual que tantas otras futbolistas, no pudo continuar jugando durante un tiempo debido a la no existencia de una liga femenina hasta que enviados de la Selección Nacional Argentina la vieron jugar, no dudaron de su capacidad y desde entonces, formó parte del equipo Sub 17 escalando de categoría en categoría, dándolo todo por la celeste y blanca hasta el día viernes, en el que puso punto final.
Huracán de Parque Patricios y UAI Urquiza son los clubes argentinos en los que jugó. Migró a España para formar parte del Sporting Club de Huelva, recalar en Valencia y después jugar en en el Madrid CFF, club para el que juega hace dos temporadas.
Bonsegundo es una de las jugadoras que permanecerán en la historia del fútbol femenino, Florencia es sinónimo de lucha, perseverancia, esfuerzo y valentía. Es una de las tantas futbolistas que tuvo que soportarlo todo para poder pisar una cancha, vestir una camiseta y gritar goles, ayudando a sus compañeras cuando fue necesario y levantando cabeza ante cada caída.
A Florencia le debemos lágrimas de emoción, aplausos, mucho agradecimiento y fuertes abrazos de gol.