Copa Argentina
Liniers tuvo su premio consuelo y eliminó a la CAI

CAI (C. Rivadavia) 0 – 2 LINIERS (B. Blanca)
Fue ampliamente superado en el primer tiempo, pero jugó un segundo tiempo de luxe para ganar en Comodoro Rivadavia ante la CAI 2 a 0. El chivo sigue vivo en la Copa Argentina.
Por Fabián O. Rodríguez / [email protected]
Foto: http://www.lanueva.com/
Liniers pasó del sufrimiento al éxtasis de un tiempo a otro. En el primero fue doblegado por la CAI, pero en el segundo período se despertó, mostró corazón y temple y avanzó de fase con un 2 a 0 tan impensado como la soberana producción del segmento final.
Tras varias pálidas, el chivo cerró el año con una sonrisa. Recorrió 2.200 kilómetros y se llevó la clasificación en una empresa difícil. Demasiado atrás, el chivo le cedió pelota y campo al local. Y los comodorenses jugaron con mucha tranquilidad, sabiendo que había que acertar el último pase para romper el cerrojo defensivo de la visita.
Partal, primero, ante un zurdazo de Vargas y Lagrimal, después, con un cierre justo a tiempo, evitaron el tanto del azurro. Y un derechazo de Vargas se fue muy cerca del ángulo superior izquierdo del 1 albinegro. Tal vez el único pecado del local fue la falta profundidad para obligar a su rival a dejar la pasividad. Un par de remates de Argüello se fueron arriba y un zurdazo de Prieto casi termina en gol. Luego, Partal manoteó un derechazo de Benítez que llevaba destino de red. En la recta final de la primera etapa, el albinegro pudo salir un poco. Sin embargo, lejos estuvo de comprometer a su rival.
El chivo rompió los esquemas en el inicio del complemento. Dejó de lado la pasividad y se animó a llegar. Y encontró en una pelota parada la apertura del tanteador. Franzino forzó el tiro de esquina, dudaron todos en el local, la guapeó Mauro Martínez y Nievas, con un puntazo, abrió el marcador.
CAI perdió la brújula con el tanto visitante, que pudo haber lastimado otra vez en un par de contraataques. Recién después de los 20 minutos, el anfitrión recuperó el dominio del juego. Igualmente, al elenco de Prat le quedaron espacios para generarle mucha preocupación.
El elenco chubutense se la jugó a matar o morir. Con el ingreso de Villegas, potenció el ataque, pero se desguarneció atrás. Y Villegas le dio al palo izquierdo sobre la hora, un poco antes de que Mc Coubrey casi convirtiera un gol de mitad de cancha.
Pero fue el gran goleador histórico Julio Acosta el que le bajó la persiana con una estupenda definición. 2-0 y pasaje a la sexta ronda de la Copa Argentina. Ni más ni menos.