El volante de Sansinena repasó la situación vivida en la previa de la goleada ante Villa Mitre, cuando un colaborador descubrió una especie de “gualicho” dentro del vestuario albirrojo.
Creer o reventar, ¿no Nico? Ballestero contó, con lujo de detalles, sobre el «gualicho» del domingo en cancha de Sansinena. El 4-0 de Sansinena sobre Villa Mitre, el pasado domingo, por la fecha 15 de la Zona 2 del Federal B, dejó mucha tela por cortar…
Y no por lo ocurrido horas después del cotejo, cuando se registraron supuestos incidentes en el arribo de la delegación tricolor a «El Fortín» (dirigentes y allegados optaron por no realizar ningún tipo de declaración pública con respecto a un supuesto «ataque» verbal y físico de hinchas que estaban aguardando al plantel). Todo lo contrario. Antes del enfrentamiento en el estadio Luis Molina, un hecho curioso y para nada agradable sorprendió al conjunto «tripero» cuando los jugadores ingresaron al vestuario para cambiarse.
Sin tapujos ni misterios, el volante Nicolás Ballestero lo hizo público en su perfil de facebook…«He visto cosas raras en el fútbol, pero que alguien del equipo rival te deje un habano, sal gruesa y plumas de pollo en tu vestuario jamás lo vi», expresó Nico, acompañando su relato con una foto delatadora.
No obstante, el ex Liniers se encargó de reconocer que con dicha publicación no trató de herir susceptibilidades, ni tampoco a ningún colega villamitrense. Lo que intentó fue dar a conocer el curisoso suceso…«Doy fe que lo que apareció en el vestuario no tiene nada que ver con la gente de Sansinena. Es más, siempre pensé que es difícil vivir este tipo de situaciones en el fútbol; por eso me sorprendí tanto. Por suerte, no hicieron efecto».
–¿Creés en «esas cosas»? –No. Creo en el trabajo de la semana y en los entrenamientos para llegar de la mejor manera a los partidos. Nada más.
–¿Alguno se preocupó? –No. Fueron dos minutos de chistes y risas. Después, cuando salimos a la cancha, nos olvidamos de todo. Y, una vez finalizado el partido, cuando festejamos, nadie se acordó del tema. «Mi publicación fue parte del folklore habitual. Nunca quise generar problemas con los chicos de Villa Mitre, con quienes me llevo muy bien», agregó.
–¿Qué otras situaciones «raras» viviste? –Si bien no fue de esta índole, y lo considero un poco más habitual, en cancha de San Martín de Tucumán nos tiraron con naranjas. Se ve que les sobraban…
–¿Llovían muchas? –¡Ufff!.. Teníamos para hacer jugo durante un mes. Los muchachos estaban con los cajones en la tribunas y tiraban como si fuesen piedrazos.
«Sinceramente, hasta el otro día, lo de Tucumán había sido lo más extraño que me había sucedido en una cancha. Lo del domingo estuvo relacionado con la brujería, no sé, pero en el fútbol hay jugadores que creen en eso. Incluso tuve compañeros que visitaron brujas», confesó.
Sí hay una estadística que está comprobada: a este Sansinena, ni los «gualichos» lo pueden detener…