Era un partido muy difícil, con muchas ausencias, un equipo casi nuevo y Aldosivi dio la talla. No jugó bien, pero se plantó y no sufrió ante Atlanta, en un encuentro con pocas situaciones de gol y lleno de imprecisiones que terminaron empatando 0 a 0 en el cierre de la 28va fecha de la Zona B de la Primera Nacional. El conjunto de Mariano Charlier tuvo actitud y compromiso para salir del mal momento.
os dos necesitaban sumar de a tres para mantener alguna pequeña ilusión de acercarse al Reducido, pero primó más el miedo a perder. El presente del "tiburón" y el "bohemio" conspiró contra las aspiraciones de lo que creyeron que se iba a ver un partido de dos equipos con vocación ofensiva. El juego fue deslucido, desprolijo y lleno de imprecisiones. Las situaciones de gol escasearon. En la etapa inicial, avisó el local con un desborde por derecha de Diego Becker y un remate de Galeano que fue a donde estaba bien parado Ingolotti. Las dos mejores de la primera parte fueron para los marplatense y ambas tuvieron como protagonista a Facundo Curuchet. El delantero, desniveló dos veces por izquierda, en la primera amagó a salir para adentro y fue hacia afuera, se quedó sin ángulo y punteó, pero Sumavil "cacheteó" al córner. En la siguiente, engañó con el cuerpo y enganchó para la derecha, de frente al arco, buscó abrir el pie y la pelota explotó en el cuerpo de un defensor que ahogó el grito.
En el complemento, no pasó demasiado más. Cuando la agarraba Curuchet se veía lo mejor de Aldosivi, pero no tuvo la profundidad ni la compañía esperada. La gran cantidad de jugadores que venían sin tanto ritmo se fue sintiendo con el correr de los minutos y los cambios trajeron aire y piernas frescas para reemplazar a los que sufrieron algunos calambres o molestias. En el tramo final, Atlanta, empujado y obligado por su gente, buscó tomar el protagonismo y tratar de ir por los tres puntos, pero no tuvo claridad, careció de ideas en los últimos metros y casi no inquietó a Aldosivi, que lució la cinta de capitán en el "tiburón". El empate, en la tabla, no le sirve a ninguno de los dos. En el ánimo, sin dudas, tiene mejor sabor para los marplatenses.
Fuente: 0223
