VILLA MITRE 2-0 SANTAMARINA

Solidez defensiva, coordinación y orden táctico, eficacia, gol y variantes, todo eso mostró hoy Villa Mitre en la victoria ante Santamarina por la fecha 12 de la Zona A del Torneo Federal A.

Con una actuación colectiva sin fisuras e individualidades de alto nivel, el tricolor se impuso por 2 a 0 en su cancha y estiró su gran presente luego de purgar la fecha libre y ante un rival que venía de vencer a Liniers en Tandil.

Con una defensa inédita por suspendidos y lesionados, el tricolor paró en el fondo a uno sólo de los habituales defensores titulares: Federico Mancinelli.

Sin Dauwalder (cinco amarillas), Manchafico, Gorgerino y Tanner (afuera por distintos problemas físicos), Fede compartió zaga con Hertel y por las bandas jugaron dos que en esencia son volantes por derecha: Formigo se paró de 3 y Tapia fue 4.

En el medio, Enzo González y Cocciarini fueron el doble cinco, Olinick se corrió a la derecha y Maxi López confirmó su buen momento en la izquierda. Arriba, sí, los de siempre: Tunessi y Jara.

Con esa formación distinta Villa Mitre fue el de siempre, incluso hasta se benefició en algún punto al tener tantos jugadores con vocación de ataque.

Desde el incio, el tricolor asfixió al aurinegro, lo presionó alto y siendo un equipo corto y voraz a la hora de perder la pelota. Por grandes tramos del partido la recuperación tras pérdida fue inmediata y su rival no pudo hacer pie en ningún momento, mucho menos inquietar a Moyano, un espectador de lujo en la tarde gris de El Fortín.

Además, cuando no funcionó esa primera presión, hizo a la perfección el retroceso defensivo, plantó las dos líneas de cuatro y protegió su arco de cualquier tipo de riesgo.

Adelante, aunque por momentos le costó ser profundo y preciso, desde el minuto uno impuso condiciones y agobió al rival. Atacó por las bandas, fue directo con sus delanteros, mientras los centrales mantenían alta la presión, Enzo y el Negro patrullaban y mandaban en el medio, y Maxi López y Olinick buscaban los espacios para recibir libre y sin dar referencias. Encima Tapia y Formigo, sobre todo el tucumano, lastimaban llegando libres desde el fondo.

Con el correr de los minutos y luego de avisar con algunas aproximaciones, las sensación era que todo dependía de la puntería y la efectividad de Villa Mitre para quebrar un rival que venía con la carga de haber jugado entresemana y que apostó a sumar algo en su visita a Bahía.

Y esa efectividad necesaria para quebrar el juego llegó como una ráfaga y con la cabeza como herramienta. Primero fue Tunessi el que conectó de arriba un gran centro de Tapía y a los 33 minutos puso el 1 a 0 con un cabezazo de pique al suelo y que se metió en el ángulo.

Tan sólo seis minutos después, fue el propio Tapia el que cabeceó un pase ¡con la rodilla! de Enzo González para sellar el 2 a 0 que, aunque aún faltaba mucho por jugar, dejó la sensación de partido liquidado.

Y eso fue exactamente lo que pasó, con la ventaja a su favor, Villa Mitre utilizó toda su experiencia para manejar los tiempo, y que el segundo tiempo esté de más. Hasta dosificó las cargas en los titulares y algunos de los suplentes sumaron minutos valiosos para intentar ganar ritmo y ampliar el plantel, clave en este torneo.

El tricolor hizo correr la pelota, siguió siendo agresivo, serio y aunque no pudo ampliar la ventaja, plasmó en el marcador y en el trámite la jerarquía de un plantel acostumbrado a ser protagonista en la categoría ante un rival que, tras el descenso de la B Nacional, aún no encontró la regularidad necesaria para meterse a pelear definitivamente en los puestos de arriba.

Fuente: La Nueva