DEPORTIVO ROCA 0 – 2 JUVENTUD UNIDA (San Luis)
El Naranja no tuvo respuestas ante Juventud Unida y sigue sin ganar. Cayó 2-0 y tuvo una actuación para el olvido.
Por Diario Río Negro.
En el andar errante de Deportivo Roca por el Tetradecagonal, el equipo de Diego Landeiro exhibió diferentes versiones, al menos cada vez que se presentó en el Luis Maiolino. En algunos partidos que igualó, mereció mejor suerte, y en el único que perdió hasta ayer, contra Talleres, lo hizo con dignidad ante un equipo que se preparó para cosas mayores.
Ayer el Naranja empalideció como nunca antes, y a diferencia de otras caídas en este Tetradecagonal, en ningún momento dio signos de recuperación ante Juventud Unida de San Luis, quien casi no tuvo oposición para quedarse con la victoria por 2-0.
Con una alarmante falta de ideas para progresar en el campo, errático y con algunas producciones individuales enterradas en el subsuelo de su capacidad, la de ayer fue, al menos de local, la peor versión que entregó el Depo en todo el campeonato.
En más de una oportunidad durante este torneo, Roca estuvo abajo en el marcador pero siempre entregó algo que sirvió para la recuperación. Por temple, fútbol o por orgullo, este equipo que ayer fue una sombra de sí mismo casi siempre encontró una virtud para mantenerse en partido. Pasó contra Madryn o Tiro Federal en la fase regular, o contra Cipolletti en el arranque del Tetradecagonal.
Un equipo vacío
Ayer no hubo nada que salvara al Depo del naufragio. La sensación general desde el mismo momento que los puntanos se pusieron en ventaja a los 40′, después de un error defensivo entre Cifuentes y Crespo aprovechado por Passaglia, fue que esta vez Roca no tendría con qué dar vuelta la historia.
Las ausencias obligadas de Diego Guevara y Jonathan Morán por suspensión, y Gastón Martínez por lesión se sintieron demasiado en un equipo que es definitivamente corto y generalmente sin segundas opciones en el banco. A todo esto hay que sumarle que hay individualidades que están muy por debajo de su nivel, cuando en la fase regular fueron clave para la clasificación.
Ayer el Depo tuvo apenas diez minutos favorables en el partido: entre los 20′ y 30′ del primer tiempo. En este lapso, tuvo una chance en una jugada preparada cuando a la salida de un córner Fernández asistió a Aguirre, de lo mejor de Roca una vez más, pero su remate con destino de gol fue desviado sobre la línea. O cuando Castro, después de un desborde de Fernández por izquierda, le dio de primera y el disparo fue interceptado por Casteglione.
Demasiado poco para un equipo que había dado muestras de recuperación la fecha pasada ante Gimnasia y Tiro (1-1) en Salta, pero que ayer volvió a fojas cero.
Después de que se lesionó Castro a los 12′ del ST y un minuto después llegó el gol de cabeza de Tarragona, al Depo se le terminó de apagar la luz.
Desde el cuarto de hora hasta el final, el Naranja jamás mostró un atisbo de recuperación y Juventud Unida jugó sin sobresaltos, en el que fue uno de sus partidos más cómodos en calidad de visitante.
Más allá de que las cartas serán las mismas, habrá que barajar y dar de nuevo. En el fuego íntimo del plantel y cuerpo técnico se cocinará la solución. Sólo ellos tienen la respuesta.