Sperdutti: «Maipú necesita descansar de este entrenador»

Carlos Sperdutti rompió el silencio tras su alejamiento de Deportivo Maipú: aclaró que tiene ganas de seguir dirigiendo, pero, por ahora, lejos del Cruzado.

 

¿Qué pasa por esa cabeza y ese corazón desde el domingo 9 de noviembre cuando Maipú quedó eliminado ante San Lorenzo de Catamarca del Federal A?

-Estoy muy frío, sinceramente muy frío con ese día y ese partido. Hice una de las mejores charlas técnicas. Más allá de lo táctico, en lo cual, me considero muy enfermizo en cuanto a la recuperación de la pelota. Le hablé al corazón del jugador, por ahí lo interpretaron, por ahí no. Yo estaba muy confiado en mis jugadores y sigo estándolo.

-¿Confía a muerte en sus jugadores? Muchos fallaron en el último torneo.

-El día que no pueda confiar en mis jugadores, no puedo dirigir nunca más. Ese partido, lo jugué yo en lo personal de la mejor manera. En lo táctico, merecimos mucho más. Estoy muy tranquilo de lo que hicimos.

-Pero, por el penal que falló Matías Guerra no quedaron eliminados. El equipo no respondió en partidos claves.

-Muchos sostienen que ahí perdimos la clasificación. Otros sostienen que fue contra Estudiantes de local, partido que tuvimos muchísimas situaciones de peligro, pero varios muchachos no estuvieron finos y cada situación de ellos era gol. Luchamos por el ascenso, llevamos recién seis años en la categoría. En este tipo de torneos, mantener la categoría es una hazaña. Hay muchos equipos como Ramallo o Cipolletti que llevan mucho tiempo en la división. Sin embargo, le cuesta muchísimo pegar el salto.

-Pero, Gimnasia logró el ascenso. Estudiantes de San Luis también. Fue como un torneo trampolín.

-Hay casos de equipos que recién ascienden y pegan el salto. Así sucedió este torneo. Con respecto a Gimnasia, vivimos situaciones distintas. En un momento, ellos lo vivieron de manera negativa. Estuvimos juntos en el Argentino A y Gimnasia descendió. Nosotros fuimos siempre protagonistas. Ahora, fue al revés. Supieron levantarse. Son cosas totalmente diferente. Maipú nunca perdió la categoría.

-El objetivo de todo la comunidad botellera era el ascenso. Otra opción no cabía.

-Totalmente de acuerdo. El ascenso era una obsesión. Por eso, fuimos protagonistas en todas las canchas. Hicimos cuatro goles en San Juan. Restaban cuatro fechas y estábamos segundos. Hicimos un gran torneo al principio, nos mantuvimos y luego nos caímos en el peor momento.

-Con la mano el corazón, ¿te arrepentís del plantel que armaron para la temporada? Vos querías a Gonzalo Parisi.

-Mucho jugadores estuvieron mal físicamente. No se recuperaron nunca. Es una realidad, Maipú se reforzó con jugadores muy grandes. La frase “casi llego” nos jugó en contra. Casi llego a tapar, casi llego a definir. El fútbol es así. El nueve que siempre pedí fue Gonzalo Parisi. Siempre respondió.

-¿Y por qué se fue? Nunca quedó clara esa situación y más teniendo en cuenta que faltaban 10 días para el inicio del torneo.

-Sinceramente, me sorprendió y mucho su partida. Yo lo aconsejé siempre. Le decía, ‘te estás manejando mal. Estás cerrando puertas. Me dolió muchísimo su partido. Se portó muy mal con Maipú, mi club. Nos costó muy cara su partida.

-No te dan ganas de tener una revancha inmediata. Salir ya a la cancha y pelear por esos ascensos que se esfumaron.

-No, no tengo ganas de revancha. El empate con los catamarqueños fue demasiado doloroso. No solamente en lo deportivo. Me quedo la rotura de mi camioneta. Con esas puteadas que tuve que soportar delante de mis hijos el Carlitos y el Chicho. Eso es increíble. Que me vienen a hablar de amor esos supuestos hinchas, si yo me puse la camiseta de Maipú a los 11 años y me la saqué a los 29 por una lesión.

-Con los resultados sobre la mesa, ¿estás de acuerdo con todas las decisiones que tomaste en este último torneo?

-En Maipú es muy diferente la situación con respecto a otras instituciones. El presidente es mi hermano. Las decisiones son mas consensuadas. La verdad, pensamos más con el corazón que con la cabeza.

-¿Qué sentís cuando te encontrás con esos hinchas que te agradecen todo lo que hiciste por el club y hay otros que te insultan y no te reconocen nada?

-Es así puntualmente. Está el hincha uno, el que labura, el que piensa, el que disfruta de la camiseta. El que tiene una puteada pero luego se convierte en aliento. Y están los otros, esos que van a Maipú y creen que pueden ganarse un mango, hacer un negocio. Pero, ese tema es de los dirigentes. Yo me dedico a lo futbolístico. Si tengo que reconocer que en mi vida y el tiempo que llevo en el club, le he dedicado a la institución mucho más cosas de distintas índole que a mi familia. Empezando desde tiempo. Y atrás de nada.

-Cuando decís nada, te referís a qué nunca cobraste un peso en el club. Algo insólito en el fútbol actual.

-Nunca cobre un peso. Me prendí con mi hermano Omar, quien llegó a ser presidente porque lo acercó un ex jugador del club como el ‘Colorado’ Averza. A nivel laboral, por el club, dejé muchas cosas. Sin embargo, no estoy arrepentido. Amo a Maipú. Logré varios títulos y dos ascensos. Yo no le puedo llamar fracaso a esta campaña porque me levanté todos los días a las 6 de la mañana para laburar y para no faltar a ningún entrenamiento. Fracasar es irse al descenso. Y tengo la fortuna de no haberme ido nunca. No lo digo de soberbio. Todo lo contrario y es una realidad.

– ¿Has vuelto al club tras el empate con San Lorenzo de Alem?

-No he vuelto al club. Yo y mis hijos somos socios activos. No fui a la última asamblea. Mi voto es cantado (risas). Hoy, son todos opinólogos.

-¿No volvés más al banco del Cruzado?

-Ahora, Maipú tiene que descanar de Carlos Sperdutti y Carlos tiene que descanar del Deportivo Maipú. Quiero seguir dirigiendo. Estoy a la expectativa, es decir, si me llaman, salto, cabeceo y a la lucha.

Fuente: Más Deportes