Cuando el sueño Nacional llegó al Plazaola

Este miércoles 11 de marzo se cumplieron 31 años del día en que Atlético Uruguay recibió a River por el torneo del 84. Once héroes habían depositado al Decano en el certamen más importante del país y toda una ciudad se había embarcado tras esta proeza. La época en la que este club estuvo en Primera. 

Por Andrés González Casco (Interior Futbolero)

Trabajar toda la semana y hacerse un tiempo para entrenarse. Juntarse por las noches con el plantel a practicar y pensar en cómo se iba a hacer para frenar al rival, pero sin descuidar el resto de las cosas, porque había otras obligaciones que cumplir (posiblemente más importantes) y una familia por mantener. Eso sí, el domingo se dejaba especialmente guardado, aunque no precisamente para descansar. Un fin de semana quizás tocaba visitar a Huracán en el Ducó, otro por ahí recibir a River en el luminnoso césped del Plazaola.

De esa realidad, tan ilusoria como auténtica, fueron partícipes los jugadores de Atlético Uruguay en el año 1984. La ciudad balnearia de la costa entrerriana dejó en segundo plano, al menos por un tiempito, el turf, la motonáutica y el automovilismo, los deportes de mayor desarrollo,  para sumergirse de lleno en este anhelado sueño Nacional.

Hugo Osoro, Oscar Telmo Brelaz, Héctor Enrique Ayala, Jorge Eduardo Gómez, Osvaldo Ariel Casares, Jorge Alberto Velázquez, Alberto Ricardo Martínez, Carlos Horacio Velázquez, Hugo Alberto Umpiérrez, Mario Wurst y José Luis Martínez, fue el equipo que un 11 de marzo, hace ya 31 años, recibió al River Plate de Pumpido, Francescoli y Gallego, sólo por citar a algunos. 12.000 personas coparon al coqueto y renovado estadio del Decano, cuyas gradas, testigos de tal acontecimiento, han sobrevivido al paso del tiempo y todavía siguen exactamente en el mismo lugar. ¿El resultado? Sí, una previsible goleada a favor de los de Núñez, aunque tal vez un poco más abultada de lo esperado: 6-0, con goles del Enzo, el Tolo, García, Teglia y dos de Alfaro. Dos semanas antes, los de la banda roja ya habían vencido 5-0 en el Monumental a este modesto rival con camiseta a bastones azul y blanca.

Igual, esta diferencia en los marcadores cobraba sentido al analizar el contexto. Mario Velázquez era volante de Atlético Uruguay, pero también un pintor que hacía su trabajo en la casas y los bajos edificios de la ciudad. José Luis Casares era el arquero, aunque no era cosa rara encontrárselo con un delantal manchado de sangre en una carnicería de su barrio. Cada uno hacía lo suyo y se la rebuscaba para llevar adelante esta doble vida.

Atlético Paraná, Social y Deportivo San José de Colón, Racing de Gualeguaychú y Libertad de Concordia fueron los rivales que tuvieron que superar los dirigidos por Raúl Orlando Sosa, antes de su aventura en en este Campeonato Nacional. La final regional fue ante Renato Césarini, instancia en la cual ganó 1-0 en la ida y perdió 1-2 en Rosario. El gol de Mario Wurst en la revancha le permitió a los uruguayenses quedarse con la gloria, gracias al valor del tanto como visitante. Era el segundo club de la provincia en lograr esta proeza (Patronato había disputado el torneo en el 1978).

Después, lo que vino fue una vivencia que se parecía a una fantasía. En su debut en el certamen más importante del país, Atlético Uruguay consiguió el único punto que sumaría en aquel Grupo D: fue un 1-1 contra Estudiantes en Río Cuarto que tuvo sabor a victoria. Luego, vinieron cinco derrotas desalentadoras, aunque con el paso del tiempo quedaron en anécdota, ya que el Nacional del 84 quedaría marcado como el hito dorado en la historia de este club: 0-5 ante River (V), 1-2 frente a Huracán (L), 0-6 contra River (L), 0-7 ante a Huracán (V) y 0-3 frente a Estudiantes (L).

Atlético Uruguay, tapa de la revista “El Gráfico”.

Recorte de la revista “El Gráfico” tras el 6-0 de River en el Plazaola.

 

 

Fuente Consultada: El Gráfico

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