Bernardo Grobocopatel: el fútbol, un sueño y la promesa cumplida de un hijo a un padre

Diez años, nueve meses y catorce días. Desde el 23 de agosto de 2011, jornada de su fundación, ese es el tiempo que Agropecuario de Carlos Casares llevará vivido cuando sus jugadores pisen la cancha para enfrentar a Racing de Avellaneda, por los 16vos. de final de la Copa Argentina, el próximo miércoles 8 de junio. ¿En el camino? La Liga Casarense, el Torneo Argentino C, Federal B, Federal A, arribo a la Primera Nacional y una promesa. Aquella que Bernardo Grobocopatel, fundador y presidente del club, recuerda haberle hecho al oído a Jorge, su papá, con el corazón en la mano y los ojos empapados de identidad: “Vos hacé lo posible por despertarte; yo voy a hacer lo imposible para que Agro juegue contra Racing”. Y, con la emoción a flor de voz, agrega: “Todo lo que hice en mi vida lo aprendí de mi viejo y lo apliqué en Agropecuario; él me hizo hincha de Racing”. El fútbol, los colores y el partido del reencuentro eterno entre un hijo y su padre, en esta charla exclusiva con Interior Futbolero.

Por Juan Pablo Francia

“Le doy gracias a mi viejo”, canta al cielo uno de los versos que, en las voces de miles y miles de papás, mamás, hijos e hijas, hacen retumbar el cemento del Cilindro de Avellaneda cada fin de semana en que Racing juega de local. Tal y como jugaban Bernardo Grobocopatel y su papá, Jorge, cuando iban juntos a disputar el partido del hincha y alentar al equipo de sus vidas. “Mi papá me llevó por primera vez a la cancha a los cuatro años. Desde ese momento, soy de Racing. Y tengo 49. Es decir que hace 45 que soy fanático de la Academia”, cuenta el hombre que se define como un enfermo del fútbol y que hizo obra de su pasión con la creación de Agropecuario, el club con el que le cumplirá la promesa a su padre: “En la primera nota que me hicieron por Agro, en 2012, dije que mi sueño era que llegue a jugar por los puntos contra Racing. Y eso se hizo mucho más fuerte por lo que le pasó a mi viejo un año después. Mi sueño siempre fue ese”. Y agrega una frase que, confiesa, piensa todos los días desde ese momento en el que juró el partido utópico sin saber si Jorge lo escuchaba: “Es en el nombre del padre”.

Interior Futbolero: ¿Cuál es el origen de esa frase que te repetís una y mil veces?

Bernardo Grobocopatel: Siempre digo que todo esto es en el nombre del padre porque mi papá, en 2013, tuvo un ACV. Lo sufrió el 26 de junio de 2013 y falleció el 1 de julio de 2014. Estuvo un año y cinco días en coma. Los médicos nos habían dicho que ya no había forma de que se despierte. Tenía muerte cerebral y sólo le latía el corazón. Pero a veces se le veía que movía un dedo del pie o lo encontrábamos con los ojos semiabiertos. Y una de las tantas en las que le hablé al oído, le dije: “Vos hacé lo posible por despertarte y yo voy a hacer lo imposible para que Agro alguna vez juegue contra Racing por los puntos“. Por eso siempre pienso en esa frase. Porque lo hice y lo hago en el nombre del padre. De mi papá.

IF: ¿Cómo nació tu fanatismo por Racing?

BG: En 1976 mi viejo me llevó, me sentó en la cancha y, desde entonces, fuimos a ver todos los partidos. Tenía cuatro años. Y agarramos las peores épocas. Desde esos momentos en los que llegamos a ser una hinchada que festejaba los córners a favor hasta aguantar tantos años sin salir campeón y vivir el título de 2001 en cancha de Vélez mojándonos. Como digo, fueron y son muchas cosas en el nombre del padre. Después, cuando estudié en Buenos Aires, iba a la cancha solo o con amigos. Pero mi recuerdo, siempre, es con mi papá. Íbamos muy seguido a ver a Racing. Cuando empecé con Agropecuario, ya iba menos porque coincidía los fines de semana y yo iba hasta a las concentraciones de mi equipo. Iba dos días antes al hotel y me iba el día después del partido. Pero mientras pudimos, fuimos siempre. Hasta que fundé Agropecuario, íbamos juntos muy seguido.

IF: ¿Toda la familia tiene ese vínculo con la Academia?

Bernardo Grobocopatel con su padre.

BG: Nosotros venimos de una familia en la que siempre el trabajo fue lo más importante. Pero éramos capaces de dejar el trabajo por Racing. Nos íbamos en familia y no para comer un asado en el campo, sino para ver a Racing. La familia dejaba el trabajo por Racing. En las antiguas cosechas, se trabajaba de 7 de la mañana a 2 de la mañana del día siguiente. Y en una época en la que teníamos una coupé Chevy, íbamos a ver un partido, volvíamos y seguíamos trabajando hasta las 3 de la mañana. Nos perdíamos seis u ocho horas de trabajo para ir a ver a la Academia. 600 kilómetros entre ida y vuelta.

IF: ¿Y tu papá? ¿Por qué era hincha de Racing?

BG: Mi papá se hizo hincha de Racing solo. Los hermanos mayores eran uno de River y otro de Boca. Pero empezó a ir a la cancha y se enamoró de Racing totalmente a distancia. Siempre vivimos a 300 kilómetros. Mi papá nació en Carlos Casares. Y así, solo, nos hizo hinchas a nosotros. Por eso la camiseta con la que se presentará Agropecuario tendrá una leyenda que dirá: “Gracias, papá, por hacerme hincha de Racing”.

IF: ¿Pensás que podés llegar a recibir alguna crítica por salir a jugar con esa frase?

BG: Ningún hincha de Agropecuario me va a cuestionar por eso. Saben que soy fanático de Racing. Esa frase me pareció la forma más clara de expresarlo. No quiero que esto sea un juego en el que la gente se pregunte por qué la camiseta dice tal o cuál cosa. Yo quiero expresar lo que siento abiertamente. Y estoy agradecido a mí papá por haberme hecho hincha de Racing. En esto no se especula. Especulo con mis empresas, si tengo que vender el trigo a un precio u otro. Pero esto se trata de lo que uno siente. Y si se me da por largarme a llorar e ir a abrazar a Pillud, voy a abrazarlo sin problema. Es el momento cumbre. Pedí que se ponga esa frase en las camisetas porque es lo que siento.

Agropecuario siendo sorteado en la Copa Argentina 2022

IF: Y con Agropecuario, ¿lograron la misma conexión padre e hijo?

BG: Mi papá iba a todos lados a ver a Agropecuario. Lo pudo disfrutar poco. Pero me daba ideas. Me decía que podíamos hacer esto, aquello o lo otro. Organizar una rifa o lo que sea. Estaba siempre atento a ver cómo se podía organizar un club de cero. El año y pico durante el cual me pudo acompañar, lo mismo que hacía con Racing lo hizo con Agropecuario.

IF: El paso siguiente a este partido ¿es soñar con el ascenso a Primera y dedicárselo a tu papá también?

BG: Seguramente le dedicaría un ascenso a Primera por lo muchísimo que aprendí de él. Pero sería una de las personas a las que también les dedicaría ese momento. A mi mujer, que me acompañó siempre. A mis hijos, de quienes perdí muchísimos momentos. Uno de mis hijos nació y a los dos días me fui rápido porque jugábamos en Bahía Blanca. El ascenso se lo tendría que dedicar a toda mi familia, que es la que me acompañó y acompaña en todo esto. Sin dudas.

IF: Y ahora, con aquella promesa cumplida y el partido soñado hecho realidad, ¿qué le dirías a tu papá?

BG: Es para vos. Nada más. Porque los recuerdos, las cosas que no supe aprovechar con él, las que aprendí de él, todo lo que me transmitió y mucho más se resume en eso. Es para él. Es en su nombre.

 

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