Darío Cvitanich, el emblema de toda una ciudad: Baradero

El goleador surgido de la localidad de Baradero y con una amplia trayectoria en el fútbol profesional, dialogó de todo un poco junto a Interior Futbolero: su infancia, sus comienzos, su actual unión con la ciudad y su deseo de poder retirarse en el fútbol del interior.

Siempre Darío Cvitanich marcó tendencia en los clubes por los que jugó en Argentina, llegando a ser referente en Banfield, goleador en Boca y campeón en Racing. Solamente a poco más de 150 kilometros de la Capital Federal comenzó a destacarse con la redonda, en los clubes Bernardino Rivadavia (del cual es hincha) y Atlético Baradero en su localidad natal: “En Atlético Baradero empecé a jugar en cancha de once, a los 15 años ya estaba jugando en la primera del club”.

Sus lazos con la ciudad de Baradero son tan unidos que en 2011 fue conmemorado como ciudadano ilustre: “Fue un lindo reconocimiento que me decretaron ciudadano ilustre, cuando voy soy uno más, a veces me ven andando en la bici de mi mamá porque ni uso el auto”. Además agregó: “Siempre me llena de muchísima energía cada vez que voy a la ciudad”.

Entre sus divertidas anécdotas también manifestó su trabajo en el campo de su papá y su entretenimiento con la redonda cuando se encontraba solo: “Jugaba a la pelota con 15 perros en un campo, me los ponía a gambetear”, contó. “Un día me puse a recolectar duraznos en diciembre porque lo quise acompañar a mi viejo, él me levanto muy temprano, me dio una canasta y cuando eran las 8:30 tenía toda la cara llena de pelusas”.

El atacante de 36 años dejó un concepto para los más jóvenes que todavía aspiran a jugar a fútbol de manera profesional en nuestro país: “El mensaje que le doy a los más chicos es que estudien, es la barrera más importante que hay que romper para educarnos, no solo por si no llegamos a jugar al fútbol, si no al contrario, para tener herramientas”.

Por último, tampoco descartó la posibilidad de retirarse oficialmente en las canchas que lo vio crecer: “Me gustaría poder jugar algún partido oficial en el fútbol de Baradero, volver atrás en la película de mi vida y despedirme”.

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