Se abrió un proceso judicial por la escucha de Grondona que pide el ascenso de Estudiantes (SL).
El escándalo de las escuchas judiciales sobre los protagonistas del fútbol argentino acaba de tener su primera derivación judicial: se abrió una causa para investigar el posible delito de dádivas por el ascenso de Estudiantes de San Luis en 2013, que se produjo después de una sugestiva conversación entre Julio Grondona y Gustavo Ceresa, presidente del Consejo Federal de Fútbol. En esa charla interceptada por la Justicia, el presidente de la AFA le decía claramente a su par del Interior, en la previa a que se definieran los equipos que iban a ingresar al octogonal final del Federal B para ascender al Argentino A, que el único equipo que le interesaba era Estudiantes de San Luis, cuyo presidente era y sigue siendo Carlos Ahumada, el empresario mexicano que tuvo denuncias por lavado de dinero del narcotráfico en Norteamérica y que gerenció Talleres de Córdoba llevando como técnico a Humberto Grondona.
Una investigación de Olé comprobó que para todos los partidos clave para ingresar al reducido y después para el Octogonal, siempre se mandó sólo a dos ternas. Y ante semejante escándalo, el sindicato arbitral Sadra en cabeza de Guillermo Marconi presentó la denuncia judicial para que se investigue si esto fue así. La causa recaló en el juzgado correccional siete a cargo del magistrado Raúl García e incluye a Ceresa y a Angel Mora, el empleado que designaba a los árbitros.
