ESTUDIANTES (San Luis) 2 – 0 FERRO
El equipo puntano jugó un partido inteligente y le cortó una racha de siete partidos sin perder al verde de Caballito. Cristian Núñez a los 3 minutos e Ignacio Lachalde a los 90 marcaron para el equipo de Arzubialde que lleva tres partidos con el arco en cero.
Estudiantes de San Luis está viviendo su momento más glorioso en su corta historia en la B Nacional: consiguió por primera vez encadenar tres victorias consecutivas sin recibir goles, se aleja cada vez mas de los angustiantes puestos de descenso y hoy derrotó al encumbrado Ferro Carril Oeste, tercero en el campeonato y uno de los equipos más grandes de esta categoría. Fue 2 a 0 con goles de Cristian Núñez a los 3 minutos del primer tiempo e Ignacio Lachalde a los 45 del complemento.
El equipo de Hector Arzubialde abrió el marcador en la primera jugada clara: centro de Marital desde la izquierda y cabezazo cruzado de Núñez que desató la locura en El Coliseo. A partir de ese momento el Verde puntano administró de manera inteligente la ventaja, por momentos se defendió con la pelota y cuando no la encontraba, cortó bien los circuitos de juego del rival que dependió mucho de la creatividad del juvenil Israel Coll y de lo que pueda autogenerarse Luis Salmerón. Fue precisamente el “Pupi” el que consiguió la chance más clara para Ferro a los 44 minutos del primer tiempo con un cabezazo que pasó cerca del palo derecho de Brasca.
En el complemento Ferro se adelantó y apostó a desbordar y buscar el centro para sus dos delanteros, pero hubo un muy buen trabajo de la defensa estudiantil con Manchot como estandarte.
Quizás el momento de mayor zozobra para Estudiantes fue cuando a los 25` Valentin Brasca, el jugador más regular del equipo a lo largo del campeonato, pidió el cambio por un problema en el aductor derecho y el arco quedó custodiado por Sacha Becerra que más tarde terminó redondeando un buen partido.
En el final un buen pase del ingresado Sergio Viturro dejó sólo a Ignacio Lachalde en el punto del penal y el juvenil definió fuerte y cruzado para cerrar el partido.