Instituto (Córdoba) 0-1 Douglas Haig (Pergamino)
Para atrás. Un gol en contra de Sapetti arruinó una noche y un buen momento de la Gloria. Cayó 1-0 con Douglas y chau racha.
Alta Córdoba es ese lugar especial en el mundo en el que los climas pueden transmutarse de un momento a otro. No hay ninguna Cinthia Rachid (la chica del tiempo de Canal 10) que pueda acertar los pronósticos del clima. Porque cuando amaga con querer salir el sol, puede venir la peor tormenta. Y también en los peores escenarios, la lluvia puede parar. Y todo empieza a florecer otra vez. Anoche, en ese Monumental que extrañó a su gente, otra vez el clima le jugó en contra a un equipo que hizo todo para meter su tercer triunfo en fila, tras ganarle a San Martín y Ferro. Realmente hizo todo, porque hasta un gol en contra, de Leandro Sapetti, fue la diferencia que quebró lo que podía ser una noche de buenos augurios y más esperanza en pos de meterse en la conversación por el quinto puesto que otorga el anhelado ascenso a Primera División. Pero así es Instituto. Una dolor de muelas con placer para los que viven por y para el Albirrojo.
Anoche fue derrota 0-1 ante un modesto Douglas Haig que entregó la pelota y la tenencia, para tratar de ser astuto con los contragolpes. Y lo consiguió en varios pasajes del juego. Aunque las manos de Barucco se quedaron con las oportunidades que tuvo. Hasta que Sapetti, por colaborar en un cierre, se atropelló con la redonda. Y la bocha lo dejó mirando al 1, cuando arrancaba el segundo tiempo.
Y el entusiasmo estaba porque la Gloria buscó con insistencia que se despejaran las nubes y llegara ese primer gol que siempre aclara.
Lo tuvo Mazzola en un par de oportunidades, también Velázquez. Siempre bien conducidos por el Pipi García. Pero el gol (el sol) no salió.
La lluvia del entretiempo quizá fue un presagio. Se fueron los días de calor y volvió esa tormenta que hace ver todo negro.
Ese gol en contra sería un duro peso contra el que tendría que remar este equipo que de a poco intenta recuperar la confianza y la fisonomía perdida. Algo que fue cambiando desde el arribo del DT Carlos Mazzola.
Ojo, anoche sin ser un destello de virtudes mereció otra suerte y jamás le mezquinó a la entrega y a la actitud requerida por su gente.
Pero ese ansiado empate y el sueño de la remontada no llegaría ante Douglas, más allá de los centros y centros que llovieron buscando a Velázquez y Mazzola. No se dio.
El quinto puesto, que tiene dueño y es el próximo rival (Boca Unidos), sigue quedando demasiado lejos (ocho puntos). Pero Instituto, se sabe, es capaz de esas cosas. De que los climas cambien. Aunque claro, anoche no sentó un buen pronóstico para lo que vendrá.
Fuente: Día a Día.