Sergio Rondina, entrenador de Arsenal de Sarandí, fue uno de los pilares del Chacarita campeón de la B Nacional de 1999 bajo la conducción del Chulo Rivoira. Hoy, recuerda a su ex entrenador y amigo en diálogo con Interior Futbolero.
Sergio Rondina jugaba de enganche y le sobraba clase. Además, venía de ser el mimado en Arsenal, club en el que más jugó. Pero a Héctor Rivoira eso no le importó y en Chacarita lo puso a marcar. Veinte años después, el Huevo, entrenador que acaba de ascender con Arsenal a la Superliga, admite que aprendió mucho de Rivoira en ese sentido.
«Me enteré por un WhatsApp de su fallecimiento hoy a la mañana. Tuve la posibilidad de ir y despedirme. Estaba sufriendo mucho, y es una pena porque aún tenía mucho para dar en el fútbol y sobre todo en la vida. Yo sabía que estaba mal, le mandaba mensajes pero él no me contestaba y después por amigos me mandaba a decir que me agradecía, pero que no tenía ánimo para contestar«, se sinceró Rondina.
El Huevo planteó cómo recuerda al Chulo: «El Chulo me dio la posibilidad de jugar en un equipo grande y ser campeón. Después nos peleamos y me fui de Chacarita, pero hoy que soy técnico entiendo cosas que en aquel momento él me decía y yo no coincidía. Y nos hemos cruzado muchas veces como técnicos y él siempre me ha apoyado y aconsejado. Los recuerdos suyos son my lindos«, confesó.
«Como entrenador, Rivoira te daba una función y vos la tenías que cumplir, y quizás no era muy vistosa pero servía para el equipo y él convencía de ello. En el Chacarita campeón se presionaba mucho, y yo era enganche pero tenía muchas responsabilidades defensivas y hasta me hizo jugar de 4 un partido. No es fácil convencer a un jugador de jugar donde no se siente cómodo pero él lo lograba. Con lo que más me quedo de su faceta de entrenador es con eso, su forma de convencer al jugador para cumplir funciones en pos del rendimiento del equipo y no del individual. Y en cuanto al trato, mantenía siempre un equilibrio y una postura: si había que trabajar se trabajaba con alegría, y si había que apretar se apretaba. Aprendí mucho sobre el manejo de grupos con él«, recordó Rondina.
Como entrenadores, Rondina y Rivoira retomaron el diálogo y conversaron varias veces. «Intercambié muchas charlas sobre táctica con el Chulo«, cuenta el Huevo. «Él siempre me decía que sabía que yo iba a terminar siendo técnico y haciendo carrera, me lo decía seguido«.
Para Rondina, lo conseguido por Rivoira es casi inigualable: «Conseguir tres ascensos a Primera es enorme. Y los equipos con los que lo logró: Chacarita, Instituto y Atlético Tucumán, clubes de muchísima convocatoria. No es fácil, creo que es el entrenador más ganador de la categoría. Eso, junto al don de buena gente que tenía, hace que todo el mundo del fútbol lo quiera y respete mucho«, concluyó.