Primera Nacional
«Siempre hay que estar preparado para encarar los nuevos desafíos»

Acostumbrado como muchos jugadores de fútbol a andar de mudanza en mudanza, Miguel Monay ha recorrido varias ciudades del país en su carrera. Pero el 2014 le trajo en apenas seis meses dos satisfacciones enormes, contribuyendo a los ascensos de Santamarina de Tandil en el primer semestre y el de Estudiantes de San Luis en noviembre pasado, en ambos casos a la Primera B Nacional.
A los 33 años, el volante rafaelino regresará a la principal categoría del ascenso luego de cinco temporadas y media, ya que su último paso por este torneo fue con Defensa y Justicia en la 2008/09.
«La verdad que estoy muy contento, creo que el torneo de transición sorprendió a más de uno. Yo tengo amigos que se han ido a otros clubes y también lograron dos ascensos en seis meses o un año. No es fácil, contento por eso, sabemos lo duro que es pelear el ascenso y gracias a Dios me ha tocado estar en equipos que aspiraban a cosas importantes», comentó en el diálogo con LA OPINION.
En cierto modo, el segundo ascenso fue como una nueva oportunidad de recuperar el lugar en la B Nacional. «Siempre digo que me tocó irme de Santamarina casi sin quererlo, me fui medio bajoneado por lo que había logrado y no pude renovar. Pero gracias a Dios elegí bien, logramos el ascenso en San Luis y me queda un año de contrato todavía», agregó.
Dentro de lo que será una B Nacional un tanto remozada, atípica, sin tantos clubes de tradición de ascenso, Miguel manifestó que «Estudiantes estuvo un año en el Argentino A. Pero es poco tiempo igual, lo agarró de cero Carlos Ahumada (empresario que había estado años anteriores en Talleres de Córdoba) y en cuatro años metió tres ascensos. En lo deportivo creció mucho, pero le falta en infraestructura todavía. En ese sentido está un poco amateur. Santamarina también tenía sus problemas en ese aspecto, por ejemplo al no tener cancha propia y no contar con un lugar propio para entrenar. Estudiantes sí tiene cancha propia, aunque lógicamente debe mejorarla».
De todos modos, está claro que estar en un club de capital de provincia le puede dar un plus, más al ser la primera vez que los puntanos llegan a esta categoría. «Yo creo que en ese salto de calidad influye el proyecto de seguir creciendo. Estudiantes quiere hacer su cancha nueva. Y seguramente al mismo gobierno de San Luis le conviene tener un representante en Nacional B y van a buscarle la vuelta para armar un buen proyecto», destacó el rafaelino.
CLAVES PARA SUBIR
Consultado en lo que hizo bien Estudiantes para dar el salto, respondió que «creo que estuvo en mantener la base. Tanto en Santamarina como Estudiantes se dio eso, y traer poco y bien en refuerzos, que fueron de jerarquía. Vinieron para jugar y eso fue importante. Por ahí es mas fácil que se adapten los jugadores que vienen a un grupo ya armado, que hacerlo todo nuevo. Y pasó en los dos casos, inclusive en Santamarina a mí me tocó quedarme en la base que perdió el ascenso en San Francisco hace un año y medio».
Agregó que «en San Luis hay varios jugadores de la etapa del Torneo del Interior, y los que llegamos nos adaptamos rápido. Una de las figuras fue Cristian Nuñez (ex Boca Unidos) que hizo un campeonato bárbaro, ya que con Moreyra Aldana y Viturro le dieron un gran poder ofensivo al equipo. Por otra parte, tuvimos jugadores que estaban acostumbrados a jugar cosas importantes y no pesó la presión cuando hubo que ganar partidos claves, tales los casos de Valentín Brasca o Stang».
REGULARIDAD
Los logros colectivos estuvieron de la mano de un rendimiento individual importante. «Jugué mucho. En Tandil el Nonagonal lo hice completo, había estado 4 partidos afuera por lesión en la etapa clasificatoria, pero cuando arranqué ya no paré. Y en San Luis me perdí el primer partido que fue el clásico con Juventud porque no llegaba bien físicamente, pero en el segundo arranqué y jugué todos los encuentros», contó el mediocampista.
Sobre este presente, recordando aquellos ascensos con 9 de Julio de 2001 al Argentino A y de Ben Hur en 2005 a la B Nacional, puntualizó que «no es fácil mantenerse bien a los 33 años, pero creo que uno tiene en la cabeza la fortaleza mental de que siempre hay que estar preparado para nuevos desafíos. Sabiendo que estamos quizás más cerca del retiro, pero esto llega en un gran momento de mi carrera, es importante, volviendo al Nacional B. Por eso, aunque cuestan cada vez más, las pretemporadas son fundamentales y uno toma conciencia que es importante hacerlas bien».
EL DESGASTE
En el Argentino siempre está de por medio el tema de los traslados. En esta temporada para Monay «en el de transición no fue tanto el tema viajes en San Luis, el más largo fue a Catamarca, seis horas o un poco menos. En Santamarina si viajábamos mucho, aunque en el Nonagonal los dirigentes nos pusieron charter y eso fue importante, ya que en esa categoría no hay ayuda de AFA y tenés que bancarte todo solo».
Sin embargo, analizó con buen criterio que «ahora no vamos a estar exentos de eso, porque hay que ir a Jujuy, Misiones, Puerto Madryn, entre otras ciudades. En ese sentido va a ser peor la B Nacional que el Federal. Es fundamental organizarte en ese sentido».
LOS AFECTOS
En el tramo final de la nota, Miguel destacó «el agradecimiento por el sostén a mi esposa Maia», junto a quien disfruta de Felipe (2) y Olivia que viene en camino. Además a sus padres Néstor y Estela, y «toda la banda de hermanos y tíos».
Diario La Opinión de Rafaela