Se cerró el exitoso paso de Juan Ludueña como DT en el Deportivo 25 de Mayo.
Muchas veces escuchamos o decimos esta frase “Fin de ciclo”, y tantas otras veces pensamos que de cierto hay en esta re manida frase. Específicamente mi opinión va referida a la continuidad de Juan Ludueña como entrenador del Depo de 25 de Mayo, algo de lo que se habla y mucho en estas horas. No cabe duda alguna que Ludueña es el entrenador más exitoso hasta el momento del equipo pampeano, campeón del TDI 2013 y campeón unos meses después del Torneo Apertura de la Liga Confluencia, eso nadie lo puede rebatir, es irrefutable. Esto sumado a las buenas campañas realizadas en el Torneo Federal B, donde en esta última experiencia logró posicionar el equipo en la 2° fase, fue eliminado por Cruz del Sur de Bariloche.
El camino hacia el éxito es difícil y lleno de obstáculos, sinsabores, desgaste emocional, desencuentros y una relación que de a poco empieza a erosionar con el plantel, roces comunes y hasta habituales se puede decir, disimulados por la catarata de bueno resultados. En definitiva el entrenador toma decisiones y está en todo su derecho, lo cual implica muchas veces enojos por parte de sus dirigidos, la situación en principio es invisible y abstracta hacia los ojos resultadistas de la mayoría tribunera, pero este desgaste se siente y mucho dentro del vestuario, es allí en donde yo pongo el ojo de atención, Ludueña ya no maneja ese vestuario, esto dicho con todo el respeto que el entrenador se merece.
Este escenario en gran medida se debe a que Ludueña muchas veces tiene que ser entrenador y dirigente a la vez, en reiteradas oportunidades, él mismo tenía que gestionar algún transporte para poder viajar a jugar, o llevar a los jugadores lesionados al médico y un sinfín de situaciones similares. No tengo dudas en la capacidad de Juan Ludueña, que seguramente el futuro le tendrá guardado muchas gratas sorpresas, ya sea en el Depo o en cualquier otro equipo, pero debo decir por más doloroso que suene y parezca y en esto no quiero parecer tendencioso, que el ciclo, exitoso y fructífero por cierto en 25 de Mayo, ha llegado a su fin. Lo más importante es que Ludueña se ha mostrado como una persona íntegra, de bien y super honesta, algo muy difícil de encontrar en este mundo globalizado por la estupidez y marcado por las carencias decentes y honrosas, virtudes que le sobran al técnico cordobés.
Por Marcos Saavedra(Corresponsal IF)