Alvarado tenía que ganar. El "torito" necesitaba valorizar el punto conseguido en Buenos Aires y tenía que aprovechar que el rival puso un equipo alternativo. Y lo hizo. Lo abrió rápido con José Luis Fernández, Lungarzo atajó un penal en un momento clave y Ortiz (otra vez) se anotó en el arco rival. El descuento sobre el final del primer tiempo despertó fantasmas, pero en el complemento aguantó bien y festejó los tres puntos ante su gente.
Mejor panorama imposible para el local. Vázquez cambió 10 de los 11 que habían jugado frente a Flandria y, pese a que estaban más frescos, no entraron del todo despiertos. Apenas habían pasado 30 segundos cuando Albertengo desbordó, tiro un centro, le quedó el rebote, volvió a levantar y José Luis Fernández llegando a la carrera le ganó al arquero Vivas y puso el 1 a 0 que no sólo lo ponía arriba en el marcador, sino que le daba tranquilidad. Que fue peligrosa, porque quedaba mucho por delante y Alvarado se retrasó más de la cuenta, cedió el protagonismo y a los 6, Robledo llegó tarde y cometió un penal. Mismo protagonista en la infracción, mismo protagonista en la ejecución que ante Almirante Brown. Otra vez Lungarzo se hizo gigante, está vez sobre su izquierda, está vez sin darle el rebote al pateador, y se quedó con el remate de Reynaga para que explotara el Minella.
Eso fue un aviso y el "torito" se volvió a plantar más arriba, y pegó el segundo golpe. En un corner ejecutado por Fernández, Ortiz llegó atrás de todos para, después de la peinada de Albertengo, meter el frentazo letal para el 2 a 0 a los 17'. Inmejorable panorama para el dueño de casa. Pero Alvarado nunca puede estar tranquilo del todo, el partido se pinchó, se jugó como quiso el local, hasta que en el último minuto de la etapa, la defensa no hizo pie, Reynaga se tomó revancha y marcó el descuento con un disparo cruzado que generó algún suspiro de bronca camino al vestuario.
Encima, en el complemento, Ortiz salió en el descanso por una molestia y Robledo lo hizo en el transcurso del periodo para generar movimientos inesperados y una zafa central totalmente diferente a la que inició el juego. Pero enfrente hubo un rival sin claridad, que lo emparejó en la lucha y ganó varias faltas en ataque que llevaron suspenso pero no demasiado peligro. El mejor jugador en lo que va de la temporada, Juan Manuel Lungarzo, mostró solidez y seguridad para desactivar las ocasiones y Alvarado festejo de cara a su gente el segundo triunfo, que lo aleja del fondo y que lo acerca a la zona de reducido, con mucho por mejorar, pero con la tranquilidad que dan las victorias
Fuente: 0223
